marcilla. La escuela infantil de Marcilla, Bilindanga, abrió ayer por la mañana sus puertas por primera vez para los 40 niños y niñas de la localidad matriculados para este curso escolar. Se trata de un edificio situado dentro del recinto educativo de Marcilla, junto a la antigua guardería y a los patios de colegio público San Bartolomé y el Instituto Marqués de Villena.
La nueva escuela tiene capacidad para 72 niños de entre 0 y 3 años; 16 plazas para niños de entre 0 y 1 años; 24 para aquellos que tienen entre 1 y 2; y 32 para los que tienen entre 2 y 3 años. "Hoy (por ayer), al ser el primer día ha sido todo un poco locura, pero la verdad que estamos muy contentos. Las instalaciones son preciosas y ahora tenemos mucho más espacio y sobre todo mucha más luz. Era un servicio muy necesario en la localidad", aseguraba Silvia Goñi, directora del centro. De hecho, hasta ayer, la guardería se localizaba en un piso situado en frente del actual centro con capacidad para unos 22 niños, por lo que eran muchas las matrículas que no se podían atender y muchos los padres que tenían que llevar a sus hijos a otras guarderías de localidades vecinas como Peralta o Villafranca.
El edificio, que se terminó de levantar a finales de octubre, se ha construido sobre una superficie municipal de 1.200 metros cuadrados. "La escuela está situada sobre lo que antes utilizábamos como patio de recreo. Ahora los niños jugarán en un patio un poco más pequeño, pero mejor acondicionado, que se comunica con el patio del colegio", añadía Goñi. La escuela, de una única planta, cuenta con tres aulas dobles con servicios en las que los niños están separados por edades, un comedor, una cocina, una sala de reuniones, un aula taller, una estancia para que los pequeños puedan dormir la siesta, y varios cuartos más dedicados a oficinas y almacén. Además, en la entrada de la escuela han colocado un pequeño pasillo en el que los padres de los niños pueden dejar la silleta hasta que vuelvan a recogerlos.
El centro se articula en torno a un patio central situado al aire libre para que los niños puedan jugar en los momentos de recreo. El horario que han instaurado es "muy flexible" porque permite tres posibilidades diferentes. La primera es jornada completa de 8 a 16.30 horas con comedor y siesta; la segunda es jornada partida completa con horario de 8 a 13 y de 15 a 16.30 horas; y por último está la media jornada con horario de mañana de 8 a 13 horas. La escuela va a ser gestionada por una empresa local, la misma que se encargaba hasta ahora de la antigua guardería, y donde actualmente trabajan cuatro educadoras, dos de ellas a media jornada y las otras dos a jornada completa.
La construcción del inmueble ha corrido a cargo de Construcciones Sarriguren. Una obra que ha costado levantarla algo más de un año y cuyo coste ha supuesto un poco más de un millón de euros, de los que el Gobierno Foral de Navarra ha subvencionado 600.000 euros.
BILINDANGA La nueva escuela infantil de Marcilla se ha denominado Bilindanga, un término que se utilizaba hace tiempo en la localidad ribera para hacer referencia a los columpios que se construían o se hacían hace muchos años en los árboles. Una palabra que ha caído en desuso en el municipio y que las generaciones jóvenes incluso desconocen su significado. Se trata de sacar a relucir otra vez un término olvidado para que, de esta manera, los niños y el resto de vecinos de Marcilla conozcan su significado.