Uno delos más reconocidos paisajistas del último medio siglo (expusopor primera vez a los 22 años), Garralda seguía pintando todoslos días, la pintura era su vida, hasta que se secaron sus pinceles...

Elías Garralda Alzugarai nació en Lesaka, el 16 de febrero de 1926, exiliado prematuro cuando tuvo que marchar con sus padres al exilio, a Francia. Nos lo contó en su primera exposición en Elizondo, cree uno que un poco con los ojos húmedos, a la sombra de la terraza del Casino. "Nos echaron de Navarra cuando la guerra, mi padre no era un político significado, sólo era un demócrata convencido, un republicano liberal, pero era maestro, un enseñante que no prestaba mayor atención a los crucifijos, los himnos y las banderas, de los que no gustaban a los vencedores, vamos...".

Acabaron en Olot, lo que para su inclinación por el arte fue una suerte. A su padre le permitieron volver a la enseñanza pero con destino condicionado por "no haber luchado por la patria con el Alzamiento", le dieron a escoger, Extremadura o Catalunya y aquí, Figueres u Olot, y se decidió por esta última donde transcurriría toda su vida. El ambiente cultural le ayudó mucho; en eso veía una diferencia notable entre Navarra y Catalunya, "...más abierta, más europea".

Le gustaba volver a orillas del Bidasoa, y hacer equilibrios (a su edad) con su caballete, cabe el puente de Arrazkazan, en Lekaroz, amante de la Naturaleza, del paisaje, con sus pinceladas mínimas, minuciosas, al detalle, siempre más que el retrato o cualquier otra imagen, y a ser posible cerca de la humedad, del agua de la vida. Y se nos ha ido casi en silencio, aquí nadie se entera (no nos enteramos) de nada cuando se trata de según quién, y ya sólo nos queda tomar una botella de sidra del país, la que le gustaba, a sorbos cortos y espaciados, igual que sus pinceladas, a la salud de uno de los últimos txapelaundi del Bidasoa, agradecidos siempre por haberle conocido.

"Deseo levantarme, porque tengo que hacer un largo viaje", parece que comentó cuatro horas antes. Y a las seis de la mañana del día 27 de marzo de 1992, el martes se cumplirán 20 años, entregó su alma a Dios. Se llamaba Casto Inza Arbeo, en la orden, padre Jorge de Riezu. Sigue en nuestro recuerdo, padre Jorge.