que el arquitecto vizcaíno Aitor Iriarte es un auténtico enamorado del Palacio Real de Olite, al que considera "uno de los palacios góticos más importantes de Europa y, por ende, del mundo", no es ningún secreto. Dos veces al mes recorre los más de 200 kilómetros que separan Bilbao de Olite para completar sus investigaciones acerca de este imponente castillo, considerado la obra cumbre del rey Carlos III el Noble (1387-1425) y el emblema más representativo del viejo Reino de Navarra. Gran parte de los hallazgos realizados por este arquitecto en el periodo comprendido entre 2009 y 2012 los dio a conocer ayer ante la atenta mirada de un público volcado, pero la cosa no termina ahí, porque el conferenciante tiene previsto realizar varias visitas guiadas durante el fin de semana, a partir de las 11.00 horas, para compartir con turistas y vecinos todos los secretos, que aun hoy en día, sigue albergando el monumento más visitado de Navarra.

Ataviado con un simple metro y una escalera, Iriarte ha sido capaz de captar la esencia perdida de este palacio y de descubrir, a su vez, varios elementos que se creían desaparecidos como unas rosas pintadas en la pared que habían pasado totalmente desapercibidas hasta ahora. "Piensas que lo has visto todo pero hasta que no estás a medio metro de la pared, a seis metros de altura, no ves lo que hay allí ni lo que esconde el castillo, que es mucho" insiste el arquitecto a la par que desvela que "en el estudio privado del rey había un retrete. Pues bien toda la pared del retrete estaba pintada con rosas rojas sobre un fondo blanco. La humedad ha provocado que se haya desprendido parte de la pintura dejando al descubierto tres o cuatro de estas rosas. Creo que encontrarlas ha sido el momento más emocionante porque por fin no he tenido que imaginármelas, están ahí y se pueden ver".

La investigación que está llevando a cabo Iriarte tiene varias facetas. Una de ellas es la toma de datos en el propio edificio, fase que está llevando a cabo en estos momentos; otra es revisar toda la documentación contemporánea que se conserva del palacio, en concreto los archivos que hacen alusión a los pagos realizados directamente por la Hacienda Real a los artesanos y maestros de obra que construyeron el palacio; y una tercera que tiene que ver con la recopilación de fotografías antiguas, información o dibujos relacionados. La finalidad de todo este trabajo, con el que pretende escribir un libro, es "relacionar lo que vemos en el edificio con la documentación y cruzar datos", subraya.

Otros descubrimientos realizados por Iriarte están relacionados con "pinturas murales de las que pensaba que no quedaba ni el menor resto, marcas de los artesonados, señales de ventanas, indicios de cómo era el remate de la Gran Torre o cómo era la comunicación entre las habitaciones a través de puertas secretas", enumera. Una de estas puertas secretas, utilizadas por el servicio para no interferir con la circulación de los nobles, se situaba en la Cámara de los Ángeles, que estaba totalmente empanelada de madera. "Se ve por las ranuras de los rastreles por donde iban clavadas las tablas del empanelado que una puerta estaba oculta", menciona al respecto. Del mismo modo, sorprende también que el edificio contase con un depósito para alimentar las fuentes ornamentales o el jardín colgante suspendido a nivel de la planta noble o que del techo de la Cámara de los Ángeles, o de la Cámara de la Reina, colgasen 5.200 discos de cobre dorado que emitían sonidos cuando el viento rozaba contra ellos.

Todos estas apreciaciones y muchas más serán las que puedan escuchar de viva voz los afortunados que visiten el Palacio Real este fin de semana. Para más información los interesados deberán contactar directamente con la empresa encargada de gestionar las visitas guiadas al inmueble, Guiarte Servicios Turísticos, cuyo teléfono es el 948 74 12 73.