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Partida de bochas en la Venta de Andrés, hacia 1900

Partida de bochas en la Venta de Andrés, hacia 1900Foto: J.J. Arazuri, 'Pamplona, calles y barrios'

Hacia el año 1900 el barrio de Etxabakoitz era una zona escasamente poblada, donde predominaba aún la actividad agrícola, y que estaba salpicada aquí y allá por casas de labranza situadas junto a la carretera que conducía a Estella. En aquella época, sin duda, la Venta de Andrés debía ser el foco de la vida social del entorno, y allí acudirían los aldeanos de la zona, para charlar y consumir buenos tragos de txakoli de la cuenca, o los mejores caldos que llegaban de la Ribera. De vez en cuando, además, las carretas y diligencias que transitaban ante su puerta se detendrían aquí para que las caballerías abrevaran y los viajeros comieran algo, animando con su presencia las tertulias locales.

La fotografía recoge el momento culminante de una reñida partida de bochas, que ha conseguido concitar la atención de los parroquianos que se encontraban en la venta, e incluso ha hecho detenerse al conductor de una galera o carro tirado por mulas, que circulaba en dirección a Estella. Detrás se adivina el terreno situado junto al río, así como los campos cultivados que se extienden hacia Cizur Menor.

HOY EN DÍA el lugar en el que se desarrolló aquella encarnizada partida de bochas hace un siglo es un rincón anodino y solitario, situado en la trasera de la posada, parte de cuyo muro hemos mantenido en la imagen, como ayuda para identificar el lugar. Cuando fuimos a la venta tuvimos la suerte de coincidir con algunos viejos clientes, que nos aportaron interesantes datos sobre el establecimiento. Se encontraba allí incluso un miembro de la familia de los propietarios originales, un hombre nacido en 1947 en la propia venta, y que dijo no haber conocido el juego de bochas, aunque nos señaló el lugar exacto de su emplazamiento. Nos contó así mismo que el establecimiento fue fundado por su abuelo, Andrés Larrambebere, que dio su nombre a la posada. Dijo desconocer la fecha de construcción del edificio, aunque nos reveló que su madre nació igualmente en la venta, en el año 1900.

Contemplando hoy este escondido rincón de Etxabakoitz nos parece mentira que hace cien años se celebraran aquí reñidas partidas de bolos, así como concurridos bailes que, según nos contaron, se organizaban por fiestas en el lugar exacto donde hoy se encuentra la carretera.