arbizu. El Txistor Eguna de Arbizu volvió ayer a reunir a cientos de personas en torno a la txistorra, un embutido que ha dado fama internacional a esta localidad de Sakana. "A la gente le gusta la txistorra, y quien la conoce, pide que sea de Arbizu", aseguraba ayer Javier Díaz Zalduendo, jefe de cocina del Restaurante Alhambra de Pamplona. La txistorra viene del cerdo, por ello, este animal fue el otro gran protagonista de esta fiesta en la que se volcaron los arbizuarras.
Previa compra de un ticket por 1,5 euros para un pincho y un vaso de vino, ayer por la mañana se repartieron 140 kilogramos de txistorra de cuatro productores locales: Embutidos Arbizu, Flores Estekiak, Laket Artesanos y Razkin Harategia. El vino era de la bodega Castillo de Monjardín. Además de comer, ayer se pudo ver cómo se elaboraba txistorra y morcilla a la manera tradicional. En la tarea se afanaron Amparo Lakuntza, Rosa Carmen Unzilla, Mª Jesús Barandiaran, Inma Maiza, Inés Satrustegi, Lourdes Txueka, Amparo Marín, Nati Otxoaerrarte, Vitori Goikoetxea y Mª Pilar Arbizu, que dieron a degustar las morcillas.
Una de las novedades era la elaboración y degustación de tortas de txantxigorri. A la grasa previamente derretida a fuego lento, se le añadía azúcar, harina, levadura, canela y huevos, y una vez amasado, se introducía en horno unos 20 minutos, según explicaron Ino Araña, Mila Berastegi, Esther Razkin y Ramoni Berastegi. En esta mirada al pasado también se realizó una matanza, para después despiezar en la plaza el animal.
Del cerdo se aprovecha todo. Y es que además de ser un alimento básico en los hogares cuando se vivía ligado a la tierra, con su grasa mezclada con sosa se elaboraban jabones, otra tarea que también se pudo ver ayer. Asimismo, un grupo de arbizuarras mostró cómo se realizaba antiguamente la colada, con ceniza a modo de lejía para blanquear la ropa. Por otro lado, ayer se pudieron ver cerdos de la raza Euskal Txerria y una zotola, pequeña chabola realizada con troncos y barro que se usaba para los cerdos que pastaban en libertad en los montes.
Ayer también fue un día de compras de productos de primera calidad como embutidos, pan, patés, verduras, quesos o conservas en una feria agroalimentaria y de artesanía con 32 puestos en total. La banda sonora la pusieron los txistularis y trikitilaris, unos 150. Por otro lado, hubo un concierto de la Coral de Gazteiz y después una comida popular que reunió a 300 comensales.
Si bien estaba anunciada lluvia, no hizo acto de presencia hasta última hora de la mañana, luciendo incluso el sol. "La fiesta está siendo un éxito. Después de cuatro años es una cita consolidada", observó la alcaldesa, Miren Mendinueta, que el pasado mes de septiembre tomó el relevo a Jesús Mari Mendinueta, al frente del Ayuntamiento de Arbizu durante nueve años.
CONCURSO DE PINCHOS Sola o en compañía, la txistorra es un alimento a prueba de los paladares más exigentes. Para explorar en las posibilidades culinarias de este embutido, el Txistor Eguna acoge un concurso de pinchos, alta gastronomía en pequeño formato. Se presentaron cinco. El primer premio, 150 euros y txapela, fue para Olatzea con su propuesta Leziza, que también ganó el pasado año, elaborado por Rakel Muñoz y María Tchitchiashuili. "Es chipirón relleno con txistorra, las patas y huevo duro, con salsas de chipirones, setas, pimiento y remolacha", explicaron. El segundo premio fue para Juanito Sagardotegia y el tercero para Ekocamping de Arbizu.
"Había propuestas interesantes", señaló Díaz. En relación al pincho ganador, el jefe de cocina del Alhambra destacó el contraste de texturas y el buen maridaje de la txistorra con el chipirón. En el jurado también estuvieron Mikel Reparaz, de Izar Ondo; Adolfo Larraza, de Olaverri; Fernando Flores, de Enekorri, el ciclista Jorge Azanza, el escultor José Ramón Anda, Pello Reparaz, cantante de Vendetta, y el pelotari Alberto Ongay.