Para combatir estos obstáculos, las empresas Ideia2, del sector del comercio, y Fun-tsak, de comunicación, se han unido para crear la plataforma Pilpilean. Una página web y aplicación móvil que aúna información sobre servicios y promociones del comercio local de Pamplona y comarca, pero, sobre todo, una red que establece un nuevo modo de relacionarse con los clientes y también de los establecimientos entre sí.
"Han cambiado mucho las reglas del juego. La gente accede a Internet para decidir qué compra, informarse mucho y luego salir a por ello. Con este planteamiento pusimos en marcha el proyecto para crear una marca común y una plataforma donde poner en marcha aquello de que la unidad hace la fuerza y poder acceder a un público mayoritario", explica Txabi Ruiz, uno de los socios impulsores de la iniciativa.
Por una cuota mensual, los establecimientos pueden entrar en Pilpilean, donde se les crea una imagen personalizada, acceden a un tablón conjunto en el que hacer públicas sus ofertas, disponen también de una web propia e interactúan con sus clientes. En mes y medio de andadura 120 establecimientos de moda, zapaterías, bares, peluquerías, floristerías y todo tipo de tiendas se encuentran ya accesibles en la plataforma, y otras diez lo estarán próximamente. Para los creadores de Pilpilean, el objetivo es dar a los comerciantes y hosteleros las herramientas para ser capaces de promocionarse online, una "apuesta estratégica" para dinamizar la ciudad.
Algunos de los comercios que se han unido buscan la relación dinámica con el cliente que hace posible la tecnología. "Nos metimos en Pilpilean porque las asociaciones de comerciantes que hay a la vieja usanza están un poco anquilosadas y no tienen muchas actividades", explica Maider Díaz, de la Librería Chundarata (Paulino Caballero, 27). Su negocio lleva apenas tres meses en marcha y de la plataforma les atrajo la posibilidad de "mover mucho producto y mover a los clientes".
En cuanto al conocimiento previo del medio online, la horquilla es muy diversa. Ana Moreno, de la tienda Bebé de ropa infantil (Felipe Gorriti, 24) reconoce que entrar en Pilpilean ha sido una "apuesta total" para ella, ya que no tenía "ninguna experiencia previa" en las tecnologías. "Vino una chica y me comentó el proyecto. Dentro de mi analfabetismo total en estos medios, me pareció una idea brillante y les dejé trabajar a ellos, porque confío mucho en sus ganas y su ilusión", afirma Moreno. "Aunque mi ropa sea tradicional, en el comercio hay que innovar para llegar al público", añade.
En otros casos, como el del bar Nicolette (Tejería, 32-34), la relación entre el local y las nuevas tecnologías ya estaba establecida en la mente del público. "Por las tardes, entre semana, la gente nos pide a menudo la contraseña del wifi, se usa mucho y por eso pensamos que la plataforma funcionaría bien, por lo menos con nuestros clientes. El 80% de nuestra clientela tiene móviles con este tipo de aplicaciones", asegura Santos Ayesa, del Nicolette. Destaca asimismo el atractivo del diseño que propone Pilpilean. "La imagen es increíble", resume.
Diseño aparte, los comerciantes destacan el carácter más "flexible" de esta página respecto a otras, ya que en esta son ellos mismos quienes escriben el contenido y lo modifican cuantas veces quieran. "Esta página es más activa y nosotros podemos manejarla a nuestro antojo. Esto permite que puedas poner más tu toque personal, hacer tu identidad más palpable", opina Reyes Gutiérrez, de la tienda de jabones Xaboiak (Mercaderes, 27). Esta comerciante subraya también que la web le ha permitido conocer otros establecimientos. "Ahí he visto tiendas que tenía al lado y no sabía que existían", señala.
La interacción es precisamente uno de los puntos fuertes de la plataforma, como señala Héctor Munárriz, del bar Gure Etxea. "Llevamos varios años con la aplicación de Facebook, pero al final quien está ahí es tu público reducido del bar", explica Munárriz. "En cambio, de esta forma se puede interactuar con otros comercios y también con sus clientes. Yo puedo regalar aquí la posibilidad de tomar una copa, o de comprar un libro en otro sitio, y eso me parece mucho más interesante. Yo ofrezco algo tuyo y tú algo mío".