"Te acabas acostumbrando a los ruidos", reconoce José Ramón Donázar, vecino de Esquíroz cuya vivienda (en el nº 3 de la calle Santa Elena) se sitúa a unos 200-300 metros de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Noáin y ha sido insonorizada gracias al Plan de Aislamiento Acústico del aeródromo navarro. No obstante y a pesar de que éste no "es Barajas", donde el trasiego de aparatos es constante, resulta normal que, por ejemplo, durante unos segundos no oigan la televisión cuando aterriza el avión procedente de Madrid de las 22.30 horas. Sin embargo, tras cambiar AENA las ventanas de la casa, "se han obtenido bastantes beneficios con respecto a sonido y la obra la han hecho bien. Estamos contentos".
El citado plan tiene por objeto "la realización de las actuaciones necesarias para que en el interior de las viviendas y edificaciones de usos sensibles (sanitario, docente y cultural) incluidas en la huella acústica de este aeropuerto se cumpla la legislación vigente en materia de aislamiento acústico", explica José Mª Guillamón, jefe de la División de Estrategia, Mediación Ambiental y Sistemas de Gestión perteneciente a la dirección de Planificación y Medio Ambiente de AENA Aeropuertos.
Así, según expone, para que el inmueble sea insonorizado el uso del mismo debe ser vivienda, sanitario, docente y/o cultural; tiene que estar localizado dentro de la huella acústica del aeropuerto -viviendas situadas dentro de las zonas delimitadas por las isófonas o áreas donde se produce una afección por ruido de 65 dB por el día y/o 55 dB por la noche-; y disponer de licencia de construcción anterior a la publicación de la resolución de 18 de junio de 2007 de la secretaría general para la prevención de la contaminación y el cambio climático, por la que se formulaba declaración de impacto ambiental sobre el proyecto de ampliación del aeropuerto. En el caso de que cumpla estos requerimientos, AENA realiza mediciones en el interior del edificio con el fin de determinar si se requiere de aislamiento para alcanzar los objetivos de calidad acústica fijados en la norma. Ahora, hay 53 viviendas y una escuela infantil incluidas en el plan, de las cuales se ha finalizado la obra en 31 y en el centro 0-3. Catorce viviendas están en ejecución y ocho, a la espera.
de las 54 viviendas, 48 en esquíroz
"Oigo muchísimo más el tren"
El presidente del Concejo de Esquíroz, Jesús Huarte, estima que "aproximadamente el 26% de la localidad" se encuentra dentro de la zona de contaminación acústica del aeropuerto. De hecho, de las 54 viviendas incluidas en el plan 48 están en Esquíroz (Cendea de Galar) y seis en Noáin (una la escuela infantil). Aitor Cía es el dueño de un chalé situado en el nº 22 B de la calle San Juan de Noáin que fue insonorizada hace dos años. "Me cambiaron una puerta y pusieron dobles contraventanas. Los inquilinos me dicen que no se oye nada", expuso satisfecho. José Ramón Donázar, también beneficiario, indica que "hemos mejorado, aunque oír siempre se oye, pero más suave". En esta línea, puntualiza que "antes el ruido que había era de un aeropuerto más pequeño, con aviones más pequeños... y ahora, si me aumentan el ruido y me aumentan la protección, estoy como estaba, no hay queja. Estoy más o menos igual".
A pesar de su opinión, tanto Elena Izu como Alejandro Sanpedro, residentes en las calles Santa Elena y plaza de San Adrián, respectivamente, expresan su deseo de que les cambien las ventanas cuanto antes. Y es que en la mayor parte de las actuaciones, señala AENA, se ha instalado "una doble carpintería por ser esta actuación la solución más efectiva". Sanpedro comenta que, en su caso, ya "han aprobado el proyecto y le han dado el visto bueno. Estoy a la espera de que vengan a medirme y espero que en febrero esté solucionado". En la misma situación está Izu, que sufre el aeropuerto -sobre todo el avión de las 6.45 horas a Madrid-, pero "en mi casa oigo muchísimo más el tren". De hecho, se queja, sin perder el humor, de que es habitual que "en el momento más interesante de la película, cuando van a decir la palabra clave, pase el tren"; postura que asumen el resto de vecinos de Esquíroz y que se agrava si es el de mercancías. "En verano, como estén las ventanas abiertas cuando pasa el escachamatas ese, ya puedes apagar la tele porque le cuesta sus minutos", apunta Donázar.
aena ya ha invertido 856.518 euros
"Todos están contentos"
María Santos Nájera, que vive en la tercera planta del nº 13 de la calle Santa Elena, se queja de que su piso no se incluya en el plan, a pesar de que en un primer momento les informaron de lo contrario. "Tenemos todos los cristales rajados y vibran mucho por los aviones. Sin embargo, el bloque no ha entrado en el plan a pesar de ser la casa más alta", reclama. Una queja que, según el presidente del Concejo, comparten otras 16 viviendas de la zona que "están en la misma línea y misma distancia del aeropuerto que el resto". Por otro lado, Huarte expone que, dependiendo de las meteorología, el ruido es más o menos fuerte, siendo la diferencia entre unas jornadas y otras muy importante. Al respecto, Sanpedro dice haber comprobado que "los aviones no emplean toda la pista para despegar, sino la mitad", por lo que van "por encima de los tejados".
De momento, AENA lleva gastados 856.518 euros en este plan. Guillamón asegura que "no han recibido quejas" y que "la totalidad de los receptores de estas actuaciones han mostrado su conformidad con los resultados". "A todos los que les han instalado las ventanas están contentos", concluye Huarte, que entiende que la valoración "es correcta"; postura ésta que suscribe el alcalde de Noáin.