villava. Una de las leyendas de Mari, reina de la mitología vasca, cuenta que tuvo dos hijos con Maju (Majue o Sugaar). Uno bueno, Atarrabi, y otro malo, Mikelats. Representan el equilibrio y lucha en una misma familia entre el bien y el mal. Atarrabi es bondadoso y dispone de un buen corazón. Además, protege las cosechas y a los pueblos. En las historias que toman a Mikelats como contrario, considerado un genio maléfico por gran parte del campesinado vasco, se le achacan la formación de algunas tormentas y la destrucción de rebaños y cosechas por medio de rayos y lluvias. El nombre del hijo bueno se origina en el topónimo de Villava en euskera: Atarrabia. Y se atribuye a un cura franciscano, Atarrabio, de la localidad y que adquirió relativa fama.
La sociedad Etxe Beltza se encarga de estas fiestas. El sábado de Carnaval se sale en kalejira, entre otras actividades, con los pequeños gigantes que hoy día porta la comparsa y representan a estos dos seres.