tudela - Un informe elaborado en 2008 por técnicos de la Junta de Aguas de Tudela reconocía la posibilidad de que fragmentos de amianto, procedentes del tejado de uralita de los depósitos de agua de la Virgen de la Cabeza, estén llegando al agua potable que luego se reparte, sobre todo, en viviendas de parte del casco viejo de la ciudad. Estas fibras, cuando se respiran, son responsables de muchas enfermedades de tipo cancerígeno (tanto de pulmón como gastrointestinal), aunque ningún estudio ha confirmado que la ingestión de agua que contenga fibras de amianto pongan en riesgo la salud, aunque hay científicos que no se atreven tampoco a desmentir este extremo.
Pese a ello son numerosas las ciudades, incluida Tudela, que han retirado durante años tubos de canalización de agua que estaban construidos con fibrocemento (amianto). De hecho, en la capital ribera queda toda la red de tuberías del Barrio de Lourdes, que están fabricadas con este material.
más de 50 años El informe del técnico fue realizado tras la petición de Izquierda-Ezkerra para conocer el coste del cambio de las cubiertas de uralita de estos depósitos, que cifró en 50.000 euros, aunque nunca se acometió.
El documento señalaba que "al producirse la condensación de agua en la cubierta del depósito se observa como en momentos puntuales gotea agua desde el techo, por lo que en función del grado de deterioro del fibrocemento (amianto) se puede producir un mínimo aporte de fibras al agua". El documento, realizado en 2008, explicaba que una cubierta de uralita de 40 años "no se encontrará en perfecto estado de conservación". En este sentido, señalan que el amianto deteriorado se denomina "friable" y "puede desprenderse con facilidad porque las fibras no están unidas a otro material", por lo tanto "debe ser retirado o cubierto", si bien señalaba que existe un "riesgo medio" en las operaciones de desmontaje. Hay que recordar que estos depósitos fueron construidos a principios de los 60 por lo que sobrepasan los 50 años de antigüedad.
Legalmente, el Ayuntamiento de Tudela no tiene la obligación de sustituir la cubierta actual "por otra de material menos peligroso, evitando situaciones de riesgo por rotura como una granizada", aunque el técnico apuntaba que "se puede considerar esta posibilidad como una mejora, teniendo en cuenta su antigüedad".
Los depósitos de agua de la Virgen de la Cabeza se construyeron a principios de los 60 y tienen una capacidad de casi 4.000 metros cúbicos. Alrededor de estos depósitos se encuentran numerosas tuberías con amianto abandonadas en el campo y entre pinares que I-E solicitó el pasado lunes que fueran retiradas. "La normativa es clara y dice que el amianto se transportará y almacenará en recipientes cerrados apropiados, protegidas con plásticos y depositadas en superficies secas".
A este respecto, tanto el grupo municipal de Izquierda-Ezkerra como el sindicato LAB van a solicitar al Ayuntamiento de Tudela que se elabore un mapa geográfico de todos los lugares y edificios que contengan materiales con amianto, al tiempo que quieren que se averigüe cuántas personas han estado o están expuestas a trabajar con este elemento, que se les haga revisiones y se les dote del material necesario.