pamplona - Sin grandes actos, pero aportando su "granito de arena" al folclore popular, Zarrabete Gaiteroak celebrará este sábado el I Día de la Gaita en la Chantrea, dentro de las fiestas del barrio. El grupo, muy ligado a la peña del barrio, nació con el objetivo de aprender, enseñar y divulgar este instrumento, y ha ido creciendo poco a poco, a la par que se han ido recuperando actos y actividades. Su característica principal es que se encuentra "abierto al barrio", con la intención de crear cantera y que la cultura no se pierda. "Lo que más me gusta y por lo que más estoy trabajando es por que la gente joven toque en el barrio. La idea es romper el enquilosamiento que se tenía sobre este instrumento en el barrio", explica Iñigo González, uno de los impulsores.

El germen del grupo se remonta al año 1992, a un trío de gaiteros que empezó a tocar en un grupo de dantzas. "En el año 1996 entramos a colaborar con la Comparsa del barrio y a participar en actos como el olentzero y los carnavales", relata González. Conseguidos los objetivos de aprendizaje y divulgación, se pusieron manos a la obra con la enseñanza, que llevan a cabo semanalmente en el Auzotegi de la Chantrea. "Hace tres años nos propusimos enseñar a los más jóvenes. Comenzamos con tres o cuatro y ahora tenemos ya 12 alumnos", añade. Este gaitero cree que la enseñanza de la gaita es algo "complicado porque es un instrumento duro y no está reglado", pero valora de forma positiva que las personas que se acercan a conocerlo tienen cada vez más conocimientos sobre el lenguaje musical: "Hace 10 o 15 años era muy difícil de aprender. La gente no sabía música, y ahora los que vienen ya tienen conocimientos musicales".

la cantera El grupo actual está formado por "entre 16 y 18 personas", y la mayor parte de ellas tienen "entre 18 y 25 años". La gaitera más txiki es Zuriñe Herrero, de 11 años, aunque también hay niños más pequeños a los que se les está iniciando en el aprendizaje del tambor. Tal y como explica González, esta es la forma más común de introducir a personas en el mundo de la gaita, ya que el tambor es un instrumento más sencillo. De hecho, muchos de los veteranos del colectivo, como Ana Herrero, quien lleva 14 años tocando, empezaron de esta manera. "Un chico me enseñó el tambor y hasta hoy sigo con ello, y lo que me queda... Me gusta mucho y disfruto tocando", asegura Herrero.

La gran mayoría de jóvenes de la cantera se ha acercado al grupo "porque la gaita es un instrumento tradicional que han visto en los gigantes" o por ser personas "vinculadas a la peña y al mundo del folclore". Es el caso de Iñigo Soria, Ander Goñi o Eneko Elizalde. Para Goñi, de 17 años, se trata de "un instrumento tradicional y peculiar que no toca todo el mundo", y en el que comenzó a interesarse cuando hace tres años bailaba en la comparsa. En cuanto a Elizalde, de 14 años, su acercamiento también tuvo que ver con los gigantes. "Ya no iba en las salidas de la Comparsa, pero echaba de menos la música y el ambiente", cuenta.

Pese a que Zarrabete Gaiteroak está compuesto por personas de entre los 8 a los 50 años, destacan que es una actividad "socializadora", y más que compañeros de grupo ahora son amigos. Los ensayos semanales y las salidas por diferentes puntos de Navarra y la CAV les han llevado a ello. "El barrio es nuestro punto de operaciones ahora, porque nuestro objetivo es que los chavales de aquí aprendan a tocar la gaita, pero hasta ahora hemos trabajado en colaboración con muchos gaiteros de los municipios de alrededor, y hemos hecho muchas salidas con gigantes y grupos de dantzas de Pamplona, Ablitas, Lumbier...", relata González. Con motivo de este afán de colaboración, el sábado participarán junto a ellos los gaiteros de Pamplona, Barañáin, Villava-Atarrabia o Mondragon, y un grupo de gaitas gallegas y catalanas. La jornada comenzará con un almuerzo en la plaza Amurdiñeta, a las 10.00 horas, y habrá calderetes, karrikadantza y tanda de bailables, entre otros.

historia de la gaita Según recuerda González, la gaita en Pamplona comenzó a coger fuerza en los años 60, gracias a la divulgación de Javier y Fernando Lacunza y José Luis Fraile: "Hasta entonces era una tradición muy cerrada en Estella, que además las familias de gaiteros no querían que se extendiera más allá. Esto cambia con los hermanos Lacunza y Fraile, cuya principal intención era divulgar el conocimiento de este instrumento por toda Euskal Herria".

Este gaitero no cree que el instrumento esté anclado en el pasado. "Sí que nos basamos en melodías antiguas, pero es una tradición en evolución. También tocamos La Habanera o Mikel Oldfield, si se da el caso. No hay que tener miedo a fusionar. Nosotros llegamos a tocar gaita navarra con un grupo de rock celta y con uno de techno en euskera", rememora.

Su actividad, al igual que ocurre con una gran parte de grupos culturales y de folclore, es totalmente autogestionada, y además está encontrando cada vez más dificultades en relación con las administraciones públicas. "Muchas actuaciones son en convenio con el Ayuntamiento. Antes teníamos siete al año, y ahora solo una", expone González. Pese a ello, no se rinden e insisten en la importancia de que haya grupos en los que pueda aprenderse la cultura popular.