estella-lizarra - Lo hacen con mucho mimo y le ponen todo el interés, pero el destino de su trabajo no es nada halagüeño. El Judas acabará quemado y es que en Estella y en otras localidades, como Allo o Los Arcos, este personaje convertido en un muñeco pagará hoy por sus pecados y, sobre todo, por ser un traidor. La fiesta en la ciudad del Ega ya se ha consolidado en el calendario gracias a un grupo de personas que decidió en 2009 retomar esta antigua tradición, que llevaba sin celebrarse 52 años. La idea partió de varios amigos entre los que estaban Ángel Aguinaga, Pablo Echávarri, Jesús Andrés Elía, Jesús Mª Echeverría, José Larrión, José Sánchez y Andrés Bergara y su familia. Ellos dieron forma a una propuesta a la que se sumaron casi de inmediato Inés Azpilicueta, Carlos Monterrubio, Margari Basarte, Iñaki Galdeano, Servita Toledano, Alicia Luquin, Begoña Metauten, Juanjo Calatayud, Mila Ruiz, Juli Arza, Mila Arbizu y Eduardo Solano, entre otros. Todos ellos fueron el inicio de lo que hoy es la Asociación Judas Iscariote con Barbas y Bigote.
La mayoría de sus integrantes todavía tiene el recuerdo de cuando se quemaba el Judas en los años 50. Basándose en ese momento, impulsaron su realización y cada año gana más participantes. “Ángel Aguinaga quería recuperar tradiciones de Estella que se habían perdido y surgió ésta. Todos los años se acababa posponiendo para el siguiente, hasta que en 2009 decidimos tirar para adelante”, explican Inés Azpilicueta, Margari Basarte y Servita Toledano.
Aguinaga recuerda perfectamente cómo era la Quema del Judas anteriormente. “Muchos nos acordábamos de cuando éramos pequeños. Entonces era sobre todo una fiesta de mujeres y el Judas representaba la imagen de un hombre que a lo largo de todo el año había hecho varias fechorías”, indica.
Así, una vez decidido que ese acto volvería a Estella, lo primero fue crear el muñeco. Después del diseño del primer año, los organizadores ya tienen una amplia experiencia. “En unas dos horas lo tenemos hecho. La estructura es de madera, le ponemos unos palos que hacen de hombros, de cadera y de columna vertebral y de ahí salen otros palos hacia los brazos y las piernas. El resto lo rellenamos de paja y la cabeza es de escayola. Además, le ponemos una peluca y lo vestimos cada año de una forma, hay veces que va con buzo y otras, como este año, con traje”, explican Azpilicueta, Basarte y Toledano.
después de comer Al ser una tradición recuperada, la fiesta, que tendrá lugar esta tarde después de la sobremesa, hace muchos guiños a la que se celebraba antaño. Por ejemplo, no faltará la figura del alguacil, encarnado por Inés Azpilicueta; tampoco el burro en el que irá el Judas durante el pasacalles o el destino final del personaje, terminar quemado. La indumentaria de los presentes tampoco será la habitual y es que tratan de rememorar la de los años 50. “Nos vestimos con ropas antiguas o peculiares y sobre todo con muchas flores”, indican las amigas.
Las diferencias con antaño estriban, sobre todo, en el lugar donde finaliza la kalejira, que ahora se hace en la plaza de Santiago, mientras que antes terminaba en la plaza de San Martín, aunque también acabó alguna vez en la Misericordia y la calle Chapitel. Este cambio tiene su explicación. “La iniciativa actual surgió en el bar Roncesvalles y por eso salimos y llegamos a allí”, explican.
De hecho, antes de que comience el pasacalles habrá una comida en la calle junto a ese bar, en la que participarán 35 personas y, después, la comitiva recorrerá el centro de la ciudad durante unas dos horas. Al regresar a la plaza de Santiago se quemará el muñeco.
Durante el trayecto, los participantes irán parando en diversos puntos. Allí leerán la sentencia que condena al Judas y que ha sido redactada, un año más, por Domingo Llauró. “El autor intenta utilizar palabras propias de la zona como por ejemplo furrifarra, chandrío o chuscarrado”, señalan.
La sentencia, que se leerá esta tarde, relata los hechos acontecidos. “Judas hizo un chandrío traicionando a Jesucristo y entregándolo a la injusticia por 30 asquerosas monedas. Se le condena al susodicho Judas Iscariote a ser chuscarrado”, dice la sentencia. Es más, en el texto también se explica cómo se dio con él, eso sí, en una versión mucho más moderna. “Por medio de las redes sociales, por Internet y otras invenciones de localización fue aprehendido en nuestra ciudad”.
Cada año varía el discurso y para leerlo se utiliza un utensilio muy curioso a modo de megafonía. “Todos los años nos dejaba Félix Gómez de Segura un embudo muy grande. Este año, que él ha fallecido, se lo hemos pedido a su familia”.
Todo el trayecto del pasacalles estará amenizado por los gaiteros habituales en este acto, que son Juan Carlos Duñabeitia, Salvador Martínez y Gorka Sarasa. “Les tenemos que agradecer el esfuerzo que hacen, porque están más de dos horas tocando sin parar”, indica Aguinaga. Además, pararán en el establecimiento de Carmelo Boneta que, como otros años, les ofrecerá un ágape.
Hoy, como es habitual todos los años, quienes se encuentren por la calle con esta fiesta no se quedarán indiferentes. Un ejemplo de la sorpresa que provoca esta iniciativa suele ser la cara que ponen los peregrinos. “Se quedan alucinados y siempre les explicamos el motivo”, indican las organizadoras.