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20 años de música en Noáin

La Escuela de Música Julián Gayarre, cumple 20 años de enseñanzas musicales en el pueblo Hoy se celebrará un festival, en el que colabora la actriz Belén Otxotorena e intervendrán los alumnos

20 años de música en NoáinIBAN AGUINAGA

pamplona - La música estimula nuestros sentidos, nos permite expresar sentimientos y emociones, ocupa nuestro tiempo de una forma productiva y, además, el aprendizaje de un instrumento musical no entiende de edades, ni de límites, no hace falta ser profesional para disfrutar de ello, y la mayoría de las personas lo practican por el simple placer de expresar emociones a través de ellos.

En la actualidad, muchos padres eligen que sus hijos comiencen desde muy pequeños a obtener una formación musical, pero también son muchos los jóvenes que eligen apuntarse a aprender a tocar un instrumento a una escuela de música, y otros muchos adultos que siempre habían soñado con tocar el piano, la guitarra, o cualquier instrumento y se deciden a cumplir su sueño, porque nunca es tarde para aprender música.

Así, ofreciendo formación a todas las personas que quieran fomarse musicalmente la Escuela de Música Municipal Julián Gayarre de Noáin cumple 20 años y para celebrarlo relizará hoy un festival en el centro cultural del pueblo, con dos pases; uno a las 18.30 horas y otro a las 20.00, ambos costarán dos euros por persona. Y “para ir calentando motores a las 17.30 horas habrá una chocolatada para todos los niños”, expresa Garbiñe Sertutxa, profesora de acordeón y directora del centro.

Esta escuela integra la enseñanza de acordeón, bajo eléctrico, clarinete, guitarra acústica y clásica, piano, percusión moderna y clásica, saxofón, violín, txistu, flauta travesera y guitarra. Además, también posee tres coros, de niños, jóvenes y adultos. “La apuesta por los coros es muy fuerte”, indica Sertutxa. Además, también cuenta con una fanfarre y agrupaciones de guitarras y acordeones.

Tras 20 años de enseñanza musical la preferencia de instrumentos por parte del alumnado más o menos se mantiene, los más demandados son el piano, la guitarra y la percusión. “Quizás se deba a la presencia que tienen en las diferentes agrupaciones clásicas y modernas, no son ni mejores ni peores que otros, pero son los más demandados”, puntualiza la directora.

La crisis ha afectado a muchas actividades, sin embargo, este centro musical no la ha notado. “La gente se ha apretado el cinturón en otros aspectos pero no hemos notado ninguna bajada, se ha mantenido y siempre hemos ido aumentando la matriculación”, expresa Garbiñe. Actualmente la escuela de música cuenta con 450 alumnos y 19 profesionales en el equipo.

Durante estos años, Sertutxa explica que desde la escuela han notado que hay más interés en que los niños pequeños, la franja de 3 a 6 años, tengan una formación completa, a parte de asistir al colegio. “Los padres se interesan porque los ñiños complementen su formación con música, deportes, idiomas... y hemos notado un aumento de los niños más pequeños”, expresa.

El sentido de tocar un instrumento, a parte de formarte en el lenguaje musical, también se realiza por una dimensión social que es poder tocar no sólo para uno mismo sino también en diferentes agrupaciones. Así los padres también “dan importancia a que los menores lleguen a una edad más difícil, como es la adolescencia, y tengan aquí sus agrupaciones”, y de esta forma “están entretenidos y emplean su tiempo en estas actividades”, relata la directora del centro.

beneficios La música te estimula unas partes del cerebro que son diferentes a las que te pueden activar otras asignaturas. “Conecta al individuo, a través de un instrumento, de la persona o de la propia voz, y te permite expresar todas las emociones y sentimientos”, explica la directora.

Además de todo esto, también “proporciona la capacidad de ordenar el tiempo porque es una relación de sonidos en el espacio y en el tiempo y te permite manejar un instrumento, así trabaja la motricidad. Y por supuesto da la oportunidad de expresarse a través de un lenguaje que es universal”.

Las escuelas de música son las canteras de los conservatorios y si a algún alumno le gusta tanto como para querer “meterse en algo más profesional preparamos a los alumnos para hacer las pruebas de ingreso a los conservatorios”, explica la directora.

En la escuela de música se ofrece “una enseñanza que contempla todas las vías que un alumno quiera seguir, tanto la profesiona como la amateur, por supuesto”, detalla Sertutxa.

festival El festival que tendrá lugar hoy para celebrar los 20 años del centro, contará con la participación de la actriz Belén Otxotorena, la cual ha escrito el guión de la obra, y narrará la historia a través de un personaje muy particular y conocido que es el acueducto de Noáin, el cual toma vida en este cuento histórico en el que a través de su diario relata todo lo que ha pasado con la escuela de música en estos 20 años.

Mientras la actriz cuenta la historia “los alumnos irán haciendo pequeñas intervenciones por instrumentos y formaciones. Va a ser una especie de recorrido histórico en clave de entretenimiento y de humor, y a través de la música que se alterna con la narración”, explica Sertutxa.

20 años de historia

Las clases se impartían en el antiguo centro médico. La Escuela de Música Julián Gayarre se inauguró en 1994 y comenzó su actividad en el antiguo centro médico con 40 alumnos y cinco docentes. Los instrumentos ofertados fueron acordeón, bajo, clarinete, guitarra, piano, percusión, saxofón y violín, y con el paso de los años se fueron añadiendo más hasta conseguir la oferta actual.