sangüesa/Zangoza - En tiempos de crisis, el emprendimiento representa una salida para las personas desempleadas o que, simplemente, buscan un cambio en sus vidas. Para el medio rural castigado, como la comarca de Sangüesa, significa la oportunidad única de arraigar población en el territorio y que los pueblos sigan latiendo.
“Es en muchos casos lo que les permitirá quedarse en su tierra, o formar una familia en su pueblo”, afirma Gabriela Orduna, agente de Empleo y Desarrollo Local de Cederna Garalur en este ámbito, quien estimula y apoya la creación y consolidación de empresas en la comarca.
Cederna Garalur forma parte de la Red Navarra Emprende junto con otras entidades. Su objetivo es informar, asesorar y orientar a todas las personas que quieran formar una empresa. Atiende a doce localidades de la comarca, entre ellas, a Sangüesa.
En diciembre de 2015 la comarca contaba con una población de 8.122 personas, de las que 4.953 tenían una edad entre 16 y 64 años. De estos habitantes, potencialmente activos, 415 estaban registrados como desempleados en las oficinas del SNE.
En la Comarca de Sangüesa se han creado siete nuevas empresas en 2015, lo que viene a ser la media anual, según Orduna. En la ciudad, las nuevas empresas creadas se enmarcan, por lo general, en el sector servicios, sobre todo en comercio.
En cuanto al perfil de los promotores, afirma que “ha ido variando con la evolución de la crisis, gente más joven, sin diferencias entre sexos, personas que tienen una formación profesional previa, que no consiguen trabajo por cuenta ajena en lo suyo y que apuestan por trabajar y vivir aquí. Acuden a la agencia con ilusión, decididos y animados a emprender un viaje”. En este sentido, en materia de empleo, “la agencia es un verdadero proyecto de desarrollo local: estimula la creación de empresas y las apoya para que se consoliden”, subraya.
La idea, el impulso y la ayuda, sobre todo de casa, hizo que 2015 fuera su año. En el transcurso del mismo, Rocío Marturet Olleta, Eva Plano San Martín, Jesús Mayo Cía y Vanesa Vizcay Huarte, los cuatro vecinos de Sangüesa, dieron el salto necesario para salvar la distancia que separa la idea de negocio y su puesta en práctica. Representan a los últimos emprendedores que se han lanzado y han apostado por su ciudad.
Rocío Marturet Olleta y Vanesa Vizcay Huarte se miran la una a la otra con ilusión compartida. A sus 50 años, la primera representa la experiencia de la que ha bebido la joven de 21, al frente de su peluquería Innovan. Fue su padre quien la animó a lanzarse y quien la respaldó económicamente cuando se le presentó la oportunidad de volver a levantar la persiana de un negocio cerrado. “Mis padres y Rocío fueron mi apoyo. Yo hice peluquería para trabajar de peluquera. Lo tenía muy claro, pero da miedo lanzarse y empezar”, señala.
En el peor de los casos, apunta Rocío, “sólo perderá dinero, la experiencia no se la va a quitar nadie”. Es la voz de la veteranía, positiva y segura al frente de Topacio, su establecimiento de terapias naturales en la plaza de la Paz. Lo suyo ha sido el cambio. Desde los catorce años ejerciendo de peluquera, surgió la necesidad de renovación. “Tener una idea clara, viable y decidirse sin miedo es lo que se necesita; y contar con tus propios recursos y apoyos, por supuesto”. Estiman conveniente valorar el momento y la necesidad, personal y colectiva. “Hay que volver al contacto personal del comercio de antes. La gente cada vez lo valora más, también la posibilidad de curarse con hierbas o cristaloterapia.
Ninguna de las dos pasa por alto que sin sus respectivas familias no lo habrían conseguido. “Se echa en falta más apoyo de la Administración. Si estamos esperando a montar algo con ella, nunca haremos nada”.
Una vez en marcha, están solas. Es la otra cara de la moneda de ser autónomas: “Nadie nos manda, tenemos libertad para lo bueno y para lo malo”, expresan.
Con ilusión manifiesta, Eva Plano San Martín, otra joven de su promoción, ha aportado a la ciudad un nuevo y doble espacio de exposición artística y clases, que lleva su nombre en la calle Caballeros. “No dudé en instalarme aquí, con una idea nueva de un centro abierto al público a pie de calle. Sangüesa es grande, y en la comarca tampoco hay. Es una forma de moverte y de mover, ser parte del motor de tu zona”, expresa. El curso de emprendimiento organizado por Cederna le sirvió a esta joven licenciada en Bellas Artes con máster de Educación para orientarse y echar a andar, también en este caso con ayuda familiar. “Ser mujer menor de 30 años te da acceso a alguna pequeña ayuda. Pero aquí estamos, esperándola”. Anima a emprender con sonrisa abierta. Es de las que piensa que “trabajar en lo que te gusta no tiene precio”.
El último establecimiento abierto el año pasado en Sangüesa fue el de Jesús Mayo Cía, el informático que optó por la venta y reparación de telefonía y equipos informáticos Innotec, a la entrada del calle Mayor, “Dejé mi zona de confort en un trabajo por cuenta ajena, pedí la cuenta y capitalicé el paro. Depende de lo que busques. Yo tenía claro que tenía que comenzar aquí y en la calle Mayor”, dice convencido. Ya no hace falta viajar a la capital para arreglar el móvil. “Los móviles y tablets se arreglan cada vez más”, asegura desde su mostrador. Como vendedor e informático, ofrece una venta personalizada, consciente y una pequeña aula de formación. No se arrepiente del paso dado y anima al emprendimiento.
Arranca el motor del nuevo comercio rural, que levanta las persianas y da el pulso de los pueblos.