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El arte de un chico con capacidades diferentes

Gonzalo Bañón tiene un don para el dibujo. Una habilidad que, con el tiempo, se ha convertido en su refugio y motivo para ‘ver siempre el vaso medio lleno’

El arte de un chico con capacidades diferentesPATXI CASCANTE

sarriguren - Gonzalo Bañón tiene 17 años y un “don para dibujar”. Gonza, como le llaman en casa, dibuja con trazos largos y confiados. Tiene muy claro qué quiere representar en el papel. “Nunca corrige, no sabe lo que es una goma de borrar. Plasma todo lo que tiene en la cabeza”, comenta Paloma de Hoyos, su madre, mientras Gonza se levanta de un brinco y va a su cuarto, a coger su carpeta de dibujos. “Para él, dibujar es una forma de comunicarse con el mundo”, explica Paloma justo cuando el joven artista deposita la preciada carpeta encima de la mesa. Y es que Gonza es un chico “especial”, que, además del don de la pintura, tiene una discapacidad intelectual del 65%, definida como un Trastorno Generalizado de Desarrollo (TGD).

“Mira, estos son soldados franceses, estos son alemanes y estos ingleses”, repasa el joven artista mientras va pasando un dibujo detrás de otro y los va apilando en un ordenado bloque. “Le encanta dibujar soldados”, señala Paloma con una sonrisa. “Oye, ¿Tú dónde naciste? ¿Y qué países has visitado? Yo nací en Rumanía, pero mis padres me adoptaron y ahora vivo en Pamplona”, interviene Gonzalo, aún concentrado en revisar sus obras. Cuando era pequeño, este joven artista descubrió en el dibujo, su gran pasión, un refugio frente a sus problemas para relacionarse con otros niños y niñas y para comunicarse con el resto del mundo.

“Cuando le explicamos lo que había ocurrido en los atentados de Francia, se fue a su cuarto y nos sorprendió con un dibujo en el que aparecía Napoleón llorando. Él relacionó Francia con Napoleón, el soldado galo más famoso, y quiso expresar su tristeza poniéndole un pañuelo en la mano y lágrimas en los ojos”, recuerda Gonzalo Bañón padre sujetando el dibujo en cuestión, que, a diferencia de gran parte de los diseños de este artista, está lleno de color.

Mientras tanto, Gonza sigue enfrascado en la búsqueda de uno de sus dibujos: el boceto que dio lugar a su propuesta para el cartel de San Fermín 2016. El mismo que le ha valido para que su idea sea una de las 100 que seleccionó el jurado para la tradicional exposición de carteles sanfermineros. “Estamos muy contentos con el resultado. El año pasado también se presentó, pero era un diseño muy especial y depende mucho del jurado”, apunta Paloma, señalando el diseño en cuestión, que muestra a una pareja besándose. “Es una idea que le salió a él solo. Una forma de mostrar cómo son los Sanfermines, gente recibiendo gente de todas partes”, comenta Gonzalo padre.

Para el diseño de este año, Cantando, Gonza probó con varias ideas, pero al final se decidió por representar a un grupo de personas con el pañuelico rojo al cuello y cantando. “Hay que ver qué le sugiere el tema y, en este caso, para él los Sanfermines son gigantes y toros”, explica Paloma, que reconoce que “no nos esperábamos que lo seleccionasen para la exposición”.

página web En septiembre de 2015, la familia Bañón de Hoyos comenzó una aventura muy especial: una página web en la que reflejan el desarrollo, las aventuras y, sobre todo, las creaciones de este joven artista. “Iniciamos este proyecto, Gonzalo Bañón, el día a día con el vaso medio lleno, con la idea de dar visibilidad a la situación de Gonzalo. Queríamos dar a conocer su historia y sus dibujos, porque, asesorados por profesionales del sector, pensamos que pueden llegar a tener cierta calidad y, quizá en un futuro, puedan ser una forma de ganarse la vida”, explica su padre, que es quien se encarga de las publicaciones en el blog y de las redes sociales de este proyecto; Gonzalo Bañón en Facebook, @gonzalo_banon en Instagram y @gonzalo_banon en Twitter.

“En la web colgamos noticias, anécdotas, porque nos las ha hecho pasar canutas, dibujos que hace él...”, señala el padre del artista mientras va saltando de una pestaña a otra de la web, pasando por historias, recuerdos y anécdotas, como por ejemplo, aquella vez en la que Gonza conoció a Indiana Jones y comenzó a dibujar soldados con todo lujo de detalles o aquella otra en las escaleras mecánicas del Corte Inglés de la madrileña calle Goya cuando Gonza estuvo esperando con paciencia a que disminuyese el flujo de gente y poder ponerse el último de la fila. “En esa época Gonzalo tenía una de sus muchas manías, de esas que como las coge se van, y tenía que ir siempre el último”.

No obstante, el contenido principal de la web son los dibujos de Gonzalo. “Si va a una exposición, ya sea aquí o en Madrid, se queda con todo y luego, cuando llega a casa, dibuja”, apunta Gonzalo padre mientras pasa los dibujos que hizo su hijo tras ver una exposición de la obra de Edward Munch. “Los dibujos de Gonza no los vendemos, pero en algunas ocasiones sí que los hemos cedido a asociaciones o a alguna ONG”, señala su padre. Además, Bañón también imparte conferencias y charlas en colegios y foros sobre el proyecto Gonzalo Bañón, el vaso medio lleno y, de esta manera, “dar visibilidad a un chico con capacidades diferentes”.