La magia del auzolan en Lizoáin-Arriasgoiti
La vieja iglesia de San Miguel de Lizoáin, hoy centro cultural Elizar, alberga una esmerada muestra etnográfica fruto del trabajo vecinal
LIZOÁIN. Han crecido los árboles del parque celta de Lizoáin desde su plantación por los vecinos y vecinas en auzolan en 2011, junto a la vieja iglesia de San Miguel, hoy convertida en centro cultural Elizar del valle de Lizoáin Arriasgoiti, que acoge la exposición etnográfica Mirar el pasado para comprender el presente
La muestra no es una exposición cualquiera en un lugar cualquiera. El templo que la alberga y su entorno es de por sí un lugar especial que da cobijo a un esmerado trabajo vecinal dividido en varios espacios temáticos: Nuestros personajes locales, Oficios para el recuerdo, la educación en el valle, la religión, los actos sociales, la cocina, agricultura, ganadería y la bodega, que se apoya en paneles explicativos y gran cantidad de utensilios aportados por los vecinos como respuesta a la llamada de un pequeño grupo con un interés muy grande formado por: Marta Bidador, Koldo Albira, Patxi Lizarraga y Charo Begué, restauradora, artesanos y pedagoga, simultáneamente, respaldados por la comisión de Cultura del ayuntamiento “Hemos hecho un trabajo importante de recogida de objetos en los trece pueblos del valle, de catalogación y etiquetado, y los vecinos han respondido de buena gana a nuestra llamada, y ello ha hecho posible que la muestra sea tan completa”, explicaba Charo Begué.
A su preparación le han dedicado medio año, de otoño a primavera, hasta el mes de marzo en el que abrió sus puertas.
“Es muy gratificante comprobar la implicación de los vecinos que , al principio, se mostraban un tanto reticentes a ceder sus valorados objetos, pero lo más importante ha sido las relaciones que hemos establecido en el proceso, y con el que todos hemos aprendido un poco más de dónde venimos ”, destaca Charo Begué.
La seriedad y el rigor mostrado ha sido fundamental, para la recopilación que ha dado lugar a la muestra, que se completa además, con imágenes del concurso fotográfico reflejo del valle en el presente, presidida por la del ganador, Alfredo León Manú, de Aoiz, con su Miscelánea sobre la cocina.
MILIARIO y estelas La piedra está totalmente presente en el conjunto y es el marco de la exposición. En el centro del antiguo altar destaca un miliario (columna de piedra usada en las calzadas romanas para medir distancias). Lo rescataron los propios vecinos durante la restauración, ante la presencia de varios niños, desenterrándolo como uno de los tesoros del valle. Está flanqueado por dos estelas, pero además, estos símbolos funerarios se reparten por todo el templo. Destaca en el centro del coro una realizada en piedra arenisca de inscripción gótica. “Seguramente data de finales del siglo XIII o principios del XIV, con claras muestras de haber sido reutilizada, teóricamente cristianizada”, explica Charo, si bien añade que todo está pendiente de un estudio en profundidad. “Una cosa nos ha llevado a la otra desde que se inició la restauración”, afirma, y todo ello está abierto a los ojos del visitante hasta el próximo 30 de septiembre, en horario de 12.00 a 14.00 horas los días festivos, sábados y domingos. Además, cuentan con el teléfono de contacto: 618553331 y con entera disposición para mostrarla en cualquier momento.
No cabe mayor satisfacción en la expresión del grupo por contribuir con su dedicación a salvaguardar y a que permanezca la historia del valle. Igualmente en la mirada de la alcaldesa de Lizoáin, Amaia Ekisoain. “Este trabajo es impagable, así como el hecho de poder contar con este voluntariado para abrir la muestra los fines de semana y festivos”. Asegura la alcaldesa, quien considera que el trabajo ha sido resultado de la estrecha relación con el Ayuntamiento, y de la creación de tres nuevas comisiones en la presente legislatura, entre ellas la de Cultura.
Y no se han conformado con quedarse sólo ahí. La muestra ha dado juego para desarrollar otras actividades paralelas, como una charlas sobre los castros u okonomia, el citado concurso de fotografía etnográfica y una jornada de oficios y juegos antiguos. “Como colofón estamos organizando una fiesta final con baile popular prevista para el 1 de octubre. También una muestra con las estelas del pueblo, que conserva más de cincuenta, y un catálogo completo.
Como siempre, se hará en auzolan, y unidos los trece pueblos del valle para desarrollar un proyecto común. Hasta el momento, en torno a 600 personas han pasado por la exposición y han podido contemplar la labor del grupo y el encanto del lugar, que intercala elementos etnográficos con pura naturaleza, aperos entre árboles, y la esencia del pasado. La vieja iglesia de San Miguel, con su cementerio anexo lugar de reposo eterno y a la vez de juegos de niños y niñas, guarda historia, cultura y vida. Incendiada en 1932 (Segunda República), 70 años después de su abandono, el Ayuntamiento se la compró al Arzobispado y las subvenciones de Príncipe de Viana permitieron su restauración. La convirtieron en centro socio cultural para uso y disfrute sin excepciones, que transforman sus vecinos con su implicación, y hacen del entorno y sus gentes un lugar mágico, a tan sólo 19 km de la capital.