tafalla - Con el encomiable trabajo de un nutrido grupo de profesores, padres y madres y varios exalumnos, además de algunos aficionados a la micología, la ikastola Garcés de los Fayos organizó ayer en Tafalla una exposición de setas y plantas que este año se convocaba en su décimo cuarta edición.
A pesar de ser este un mal año para el brote de estos preciados hongos silvestres, por la escasez de lluvia y las temperaturas tan altas de los últimos días, los promotores de esta exposición micológica consiguieron recolectar, clasificar y distribuir en cerca de 50 mesas, que se colocaron en los soportales de la plaza de Navarra, un total de 168 especies de setas, 82 plantas medicinales y 40 ejemplares de ramas de árboles y arbustos, característicos de nuestro entorno más cercano. La exposición quedó abierta a las 11 horas y se mantuvo de forma ininterrumpida hasta las 20.30 horas.
La mayor parte de todas las variedades que se presentaron en esta muestra micológica fueron recogidas durante la mañana del pasado sábado, en una jornada en la que no cesó de llover en ningún momento, haciendo más meritorio si cabe, todo este trabajo de recolección, para poder organizar esta jornada instructiva y didáctica sobre todo lo relacionado con la micología.
Según comentaba Ángel Mari Iriso Zaki, profesor de la ikastola y uno de los principales organizadores de esta iniciativa desde sus inicios, “el de ayer (por el sábado) fue un día muy malo para poder salir al campo a recoger setas. Estuvimos a punto de suspender la exposición de este año o aplazarla a otras fechas, pero finalmente nos decidimos a salir y nos distribuimos en siete grupos para trasladarnos a lugares como Arangoiti, en la sierra de Leire, el valle de Ultzama, la zona de Quinto Real, la Barranca y Sorogain para poder recoger diferentes especies de setas. Otros año recogemos también en la vecina zona de la Valdorba, pero este año han salido muy pocas setas porque no hemos tenido días de humedad suficiente”.
A pesar de estas adversidades, ya por la tarde, con la ayuda de algunos voluntarios de la Sociedad de Ciencias Gorosti, a la que pertenece Ángel Iriso, y personas con notables conocimientos de las setas se acometió en los locales de la ikastola la clasificación de todos los ejemplares recogidos y desde el punto de la mañana de ayer domingo.
Clasificación Las setas se distribuyeron por grupos y con sus correspondientes etiquetas identificativas con su nombre científico y común, en castellano y en euskera. Cada variedad se catalogó con unas etiquetas de color verde si eran comestibles, además de uno, dos o tres tenedores, según su valor culinario. En etiquetas de color blanco las que no tenían valor gastronómico y con etiquetas de color rojo las tóxicas, añadiéndoles el signo de una calavera a las que podían ser mortales. También se colocaron varios carteles con textos y fotografías informativas.
“Aunque nos ha supuesto un gran esfuerzo, estamos muy satisfechos de cómo ha resultado la exposición”, apuntaba Ángel Mari Iriso, “porque siendo un mal año hemos logrado recoger y clasificar cerca de doscientas especies. Otros años llegábamos a clasificar cerca de trescientas. Lo que sí hemos tenido es un menor número de ejemplares, porque en total hemos recogido unas 500, cuando hace dos años llegamos hasta cerca de 3.000 setas de las diferentes variedades”.
Además, y gracias a la colaboración de Juantxo Salinas, de la floristería Ilaga, en otras mesas también se podían ver, con sus correspondientes denominaciones y propiedades, un total de 82 plantas medicinales, completando la muestra 40 clases de ramas y de arbustos de distintas especies arbóreas.