El retablo de Aralar, a estudio dentro de un proyecto integral
Esta joya de la orfebrería medieval fue sacada ayer de su urna para la realización de fotografías
altsasu - Con el fin de poner en valor San Miguel de Aralar y Zamartze, relacionado con la vía romana y el camino primitivo de Santiago, el santuario está realizando un proyecto de investigación integral que comprende la arqueología del templo, la propia imagen de San Miguel, la arqueta de marfil y el retablo de esmaltes.
Precisamente, ayer se sacó de su urna esta obra maestra del siglo XII para que Lourdes San José, experta catalana en orfebrería medieval, realizara fotografías, sobre todo del color. “Está realizando un estudio sistemático que podría ser el definitivo”, apuntó Mikel Garciandía, capellán del santuario. “Sospecha que el retablo de Aralar es de mayor calidad que la que se pensaba hasta ahora. Ha estudiado durante tres años el frontal de Silos y el de San Miguel es de mejor factura”, señaló.
Asimismo, destacó que esta experta parte de la hipótesis de que el retablo procede de un taller navarro vinculado a la construcción de la catedral románica de Pamplona. “Se daba por sentado que era de la escuela de Limoges pero ahora hay medios más sofisticados para ver cada adorno, que son miles, y quiénes eran sus artistas y su inspiración. Es un trabajo muy serio”, abunda. El trabajo comenzó en abril y se prevé que se prolongue durante dos años.
Toda la operación, realizada durante unas tres horas, fue seguida muy de cerca por una patrulla de la Policía Foral, una medida de seguridad dado el valor del retablo de esmaltes. Y es que muchos recordarán el robo protagonizado en 1979 por la banda del célebre Erik el Belga. La mayoría de las piezas esmaltadas pudieron ser localizadas entre 1981 y 1986 en ciudades como París, Roma, Gante o Montpellier. No se recuperaron dos medallones y seis pequeños tramos de arquería dorada. Así, el conjunto fue restaurado y devuelto en mayo de 1991.
Con el retablo fuera de su urna, Aicia Ancho, del Museo de Navarra, aprovechó para ver su estado. “Está muy bien para la edad que tiene”, bromeaba Garciandía, quien recordaba que se cree que el retablo llegó a Aralar en el siglo XIV. “Cuando el cambio de la catedral deciden llevarlo a la capilla de San Miguel, donde se guardaba la reliquia de la cruz, el lignum crucis, como una manera de darle más importancia. En 1756 se restauró y pasó al ábside”, observó.
Precisamente, se está realizando un estudio de la propia imagen de San Miguel, en cuyo interior se guardan las reliquias del lignum crucis. “Se ha realizado la parte más delicada, la de la madera, y estamos muy contentos”, señala Garciandía. Y es que el estudio realizado la vincula con la reliquia de Liébana, considerada por la Iglesia católica como el trozo más grande que perdura hasta nuestros días de la cruz de Cristo. “Lo que suponíamos parece ser que es. Son trocitos de ciprés, como las reliquias más valiosas, y también hay trocitos de nogal, del INRI”, apunta Garciandía.
ARQUETA MUSULMaNa Por otro lado, Noelia Silva, profesora de la Universidad Complutense experta en arquetas musulmanas, ha realizado un estudio sobre la arqueta de marfil de San Miguel que ha presentado en un congreso de arte islámico celebrado en Sevilla. “Está realizada en el siglo XI en Egipto, vinculada a la llegada de reliquias en 1099, traídas en la primera cruzada por el infante Ramiro de Navarra y Aragón”, explicó Garciandía. Lo cierto es que esta arqueta, declarada Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Navarra, es la cuarta que se conoce en el mundo realizada con marfil.
En relación al estudio arqueológico de San Miguel de Aralar, el capellán adelantó que es intención del Gobierno de Navarra apoyar la excavación iniciada el pasado año por Aditu en San Miguel, después de seis campañas en Zamartze. El trabajo continuará el próximo verano con el fin de llegar a los estratos más profundos.