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Lindux, encrucijada natural y vigía

El perímetro de obra que es la cima del monte Lindux asemeja a una mastaba funeraria. Forma una cuadrado irregular (46, 42, 31 y 37 m cada lado y foso de hasta 10 m de anchura); y es un robusto resto de las bases de pretéritos fortines militares.

Lindux, encrucijada natural y vigíaMANUEL Mª SAGÜES

Lindux es el nombre que tenemos más arraigado muchos navarros de uno y otro lado de la raya imaginaria y fronteriza entre España y Francia. Raya que en la cima del monte Lindux se pinta con una cuerda que se anuda corrediza al mítico mojón 153, que resiste al paso del tiempo inclinado hacia el término de Auritz-Burguete por una tronera de maderos y alambres de espino.

Al monte Lindux (1.220 m. de altitud) también se le menta en mapas y documentos como Lindus, Redoutede Lindus, Reducto Turra o Torrao y El Castillo. La palabra Lindus la relaciona la Topoguia del GR 12 Senda de Euskal Herria con la voz éuskara dinda o inda (paso o camino estrecho).

Lo de Turra o Torrao es más complicado explicarlo. Turra, además de referirse a una persona que aburre y a algo muy tostado al sol, se entiende también por una protuberancia en un terreno o pila de tierra compacta y fija. Y Torrao quizá tenga que ver con el verbo torrear, que no es otra cosa que guarecer con torres una fortaleza o plaza fuerte. Y ya lo de El Castillo termina por renombrar al lugar por la existencia en él de restos perfectamente definidos de una o más fortalezas que ejercieron de defensa, control y vigía con carácter militar, en especial durante finales del siglo XVIII y el XIX. Además, esta ruta y paso fue durante mucho tiempo uno de los preferidos para el contrabando.

De chaval conocí el Lindux y quedé prendado por sus árboles y altísimas palomeras. Luego, aunque ya se supo que ocurrió en el cercano Sorogáin, la imaginación ponía a Lindux como marco de una noche de niebla negra, fugitivos monte arriba, focos de land rover y ráfagas de ametralladora, que formaron parte de los pasajes más trágicos de la fuga de Segovia en abril de 1976. De la historia del siglo XIX destaca la marcha en retirada por este paso y a través de los hayedos del espectacular bosque de Hayra de don Carlos y sus tropas, tras fracasar en el intento carlista de ocupar el trono de Isabel II. Para la leyenda queda de la zona la derrota y muerte de Roldán, el delfín de Carlomagno (778). Y, remontándonos hasta el Paleolítico, la subida al Lindux está punteada por monumentos en forma de dólmenes, túmulos y cromlech.

montaña y línea divisoria Lindux es un punto concreto de división de aguas. Unas vierten hacia el mar Mediterráneo por el término de Burguete y al Cantábrico por el de Urepel, localidad del bajonavarro valle de Alduides. A su cima se puede acceder desde las dos vertientes. Desde Ibañeta se llega por una pista de unos 3 kilómetros. La cumbre, en días despejados, te regala un horizonte tan amplio como cautivador, sobre todo hacia occidente. Ya nos decían los mayores que un día de sol en la llanadas y montes de Burguete valían más que unas vacaciones completas en la playa. En realidad, este monte navarro es una encrucijada natural que, por supuesto, no entiende de pasaportes. En Lindux se juntan varias líneas montañosas. Por un lado recibe el cordal que por Mendiaundi (1.232 m) y el collado de Sorogáin (970) une este macizo al Adi (1.459 m). Y desde el norte llega otro cordal que son los montes Adartza (1.258 m) y Lauriñaga (1.278 m). Este cruce natural tan singular y estratégico adquiere aún mayor valor al ser unos de los mejores lugares de Europa para ver y fotografiar aves en migración. En verano, a baja altura y con una perfectas condiciones para el planeo, son abundantes los vuelos de halcones, cernícalos, milanos, buitres, cigüeñas, abejeros, águilas pescadoras y un largo etcétera. Existe allí una caseta bien acondicionada como puesto de observación.

La cima, abierta en 360 grados, tiene la singularidad de ser llana y matemáticamente casi forma un cuadrado. Esta forma delata distintas actuaciones y fábricas. Allí se construyeron y reconstruyeron distintos fortines (redoutes en francés) que fueron utilizándose en cuantos enfrentamientos bélicos han asolado esta montaña fronteriza. Esta semana no estaba el bonito buzón verde colocado hace ya bastantes años.

Lindux y los numerosos montes de Alduides, Espinal, Hurguetee y Roncesvalles son espléndidos e inigualables paraísos para los amantes de la naturaleza silvopastoril y de la media montaña.