berriozar - Hizo un Erasmus en Pamplona y volvió a EEUU para terminar la carrera. Pero su periplo por tierras navarras no había hecho más que empezar. Jennifer Aldridge, natural de Indianapolis con 30 años recién cumplidos, quería regresar. Lo hizo en 2011, y tras dos años dando clases en Madrid aterrizó de nuevo en la capital de la Comunidad foral. “Tenía amigas y una familia entre comillas. Me gusta Pamplona y quería estar aquí”, cuenta.

A Jennifer se le presentó la oportunidad de ejercer como profesora de inglés en Berriozar, primero a través de una empresa y más tarde por su cuenta. Y la semana pasada renovó el convenio con el Ayuntamiento. El Consistorio asume el mantenimiento (luz, gas, wifi y limpieza) y aplica una rebaja en el alquiler del local municipal en el que da clases (la antigua casa cultural, ahora Vivero de Empresas, en la calle Artekale). Y ella a cambio ofrece un descuento en la matrícula de sus alumnos, con precios populares. Un win-win en toda regla. “Creo que es muy beneficioso para que la gente de Berriozar pueda tener acceso al inglés cerca de casa. Cada año unas 120 personas disfrutan de estas clases gracias al convenio con el Ayuntamiento”, explica. “Hay mucha presión en los colegios y en los trabajos con respecto al inglés, y a mucha gente le hace falta”.

Aldridge ha caído con buen pie en Berriozar. Llegó por “casualidades de la vida, pero cinco años después he llegado a conocer bien a la comunidad y a su gente. Estoy muy contenta aquí”, dice sobre un lugar “pequeño y con gente muy amable. Yo vengo de fuera y aquí me han aceptado y me siento muy bien. Me gusta”.

Jennifer describe a sus alumnos como “muy alegres, con mucha energía y ganas. Algunos han estado conmigo desde el primer día. Y como los grupos son pequeños, entre 8 y 12 personas, puedo comprobar su evolución. Es muy especial ver a mis alumnos, tanto adultos como niños, crecer y mejorar, porque muchos profesores no tienen esa oportunidad. Les cojo mucho cariño y es muy satisfactorio acompañarles en ese proceso. Y si me preguntas, diré que mis alumnos son los mejores”, añade en una defensa férrea de los suyos.

“El primer objetivo es que aprendan un inglés auténtico. Siendo nativa puedo darles esa autenticidad que no siempre reciben en los libros. También es importante crear un ambiente didáctico y divertido que favorezca la participación de cada alumno. Así fomentamos el desarrollo de las cuatro destrezas: speaking, listening, reading y writing”. Los interesados pueden informarse en el 647 136 374 o en languageschoolberriozar@gmail.com.“education is power” “Creo profundamente en la importancia de la educación. Como decimos en inglés, education is power”, explica esta profesora, que intenta inculcar esa idea a sus alumnos, en especial a los más jóvenes. Titulada en Filología Hispánica (la carrera que le trajo aquí) y en Criminología y Justicia Penal -“no tiene mucho que ver, pero me viene de familia”-, predica con el ejemplo. “Me encanta ser profesora y siempre quiero mejorar. Por eso estoy haciendo el grado de estudios ingleses y después haré el máster en formación del profesorado”, finaliza esta docente.