tudela. Los análisis realizados tras el fallecimiento de una persona en Tudela por legionelosis concluyeron
que el foco se encontraba en el Hospital Reina Sofía, donde el fallecido había estaba ingresado. Los responsables sanitarios del Gobierno foral confirmaron este extremo, lamentaron la muerte y subrayaron que el Hospital ha cumplido, “de forma correcta”, las medidas para desinfección y prevención de legionela, cuya última limpieza y desinfección se llevó a cabo en octubre, se realiza anualmente, de acuerdo a lo establecido en la normativa foral. La directora del Instituto de Salud Pública y Laboral (ISPLN), Mª José Pérez Jarauta, y el jefe de la sección de Enfermedades Transmisibles y Vacunaciones, Aurelio Barricarte, explicaron que el periodo de incubación de esta bacteria suele ser de 10 días por lo que hasta el miércoles no se podía dar por cerrada esta alerta sanitaria, si bien avanzaron que hasta el momento no hay más casos.
La Legionella pneumóphila es una
bacteria que puede causar dos tipos
de enfermedades: la fiebre de Pontiac, parecida a una gripe, y la neumonía por legionela, explicó Barricarte. La vulnerabilidad y gravedad de la enfermedad viene determinada, como en la gripe y otras enfermedades infecciosas, por las características de las personas, ya que resultan más vulnerables las personas mayores, con cánceres, enfermedades respiratorias, inmunodepresión, tabaquismo y otras, precisó.
El director general de Salud, Luis Gabilondo, aseguró que “no ha habido negligencia” en el hospital y manifestó que “desgraciadamente la medicina no es perfecta”, al tiempo que, en referencia a esta bacteria, señaló que “los hospitales no son los lugares más recomendables para vivir” por tratarse de entornos en los que las bacterias se hacen más resistentes y es más difícil combatirlas. Gabilondo añadió que precisamente “una de las principales preocupaciones de la OMS en la actualidad es la resistencia que presentan los gérmenes a los antibióticos”.
La persona fallecida, un hombre de 77 años que, según explicó Salud, padecía varias patologías, se encontraba ingresado en el hospital, donde se detectó la presencia de la legionela el 9 de febrero, dos días después de su muerte. Mª José Pérez Jarauta señaló ayer que la analítica hecha en la casa del fallecido pretendía aclarar si el origen de la legionela procedía de su domicilio o del hospital. La bacteria, precisó, se encontraba en la red de agua del hospital de Tudela y, por ello, “de manera inmediata” se procedió a limpieza y desinfección en el ramal afectado y también en toda la red de agua caliente.
Precisaron Pérez Jarauta y Barricarte que también se “controló” las habitaciones en las que el fallecido estuvo durante su ingreso y concretaron que la primera desinfección se realizó los días 10 y 11 de febrero, una vez detectada la presencia de la bacteria en el agua caliente de una de las habitaciones. Desde el ISPLN indicaron que se ha podido “constatar que
el Hospital de Tudela venía realizando y realiza habitualmente de manera correcta todo el programa de prevención de legionela”.
Gabilondo insistió en que “no hay negligencia ninguna” por parte del hospital tudelano y que “hubiera sido grave que no hubieran tomado las medidas correctivas adecuadas; que el mantenimiento no se hubiera
hecho adecuadamente”. “Entonces
podría haber algún tipo de responsabilidad indirecta o directa”, agregó.
Los responsables sanitarios insistieron en que el Hospital Reina Sofía de Tudela ha llevado los programas de desinfección “a rajatabla”. Gabilondo precisó que, lamentablemente, “contaminaciones por legionela aparecen con cierta periodicidad ocasionalmente en todos los hospitales, tanto públicos como privados”. La alerta sanitaria por este caso de legionela con la muerte de una persona ha llevado a los partidos de la oposición a pedir la comparecencia del consejero de Salud para que explique lo ocurrido y criticaron a Salud por falta de transparencia”.
la familia “Nuestra intención es denunciar, pero estaremos a lo que nos diga el abogado. Es por nuestra madre y por la memoria de nuestro padre, pero también para que no vuelva a pasar”, explicaron con entereza pero también sorprendidos y dolidos por que el caso del fallecimiento de su padre por legionela haya salido a los medios 12 días después de que muriera, sin que nadie se hubiera puesto en contacto con ellos. Lo que la familia tenía seguro es que “nuestro padre ha muerto por una enfermedad grave cogida en el Hospital. Por eso muere. Si no entra en el hospital no se muere”.
El calvario de la familia de Alfonso Medina Pedraza (de 77 años, casado con María Pilar Lázaro y con seis hijos) comenzó muchos días antes. Tras un breve paso por el hospital entre los días 2 y 4 de enero por un catarro, le enviaron a casa con atención domiciliaria y oxígeno. Alfonso se recuperó pero el día 18 de enero sufrió una subida de azúcar, una bajada de tensión y además no podía orinar. Con ese cuadro ingresó en la habitación 306 en la que permaneció hasta el día 25. “No tenía neumonía ni nada y pasados dos o tres días le detectaron neumonía, le sondaron y le aplicaron un antibiótico con el que evolucionó pero no mejoró del todo. A partir de los primeros días le cambiaron la medicación porque veían algo raro, de un pulmón le pasó al otro. No siguieron el protocolo que
marca a los pacientes con una EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva
Crónica) y no le hicieron ningún análisis de orina hasta el día 4”. Le pasaron entonces solo a la habitación 303, donde empeoró notablemente, le pusieron mascarilla y respiración asistida. La situación se volvió mucho más grave y finalmente el 4 de febrero Alfonso Medina ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos
(UCI), “entonces le detectaron la legionela. Fue la primera vez que nos hablaron de legionela porque en los análisis que realizaron se mostraba claramente que decían ‘Neumococo-negativo’, ‘Legionella-positivo”. Al día siguiente, el 5 de febrero, técnicos de Salud acudieron a su domicilio para tomar muestras y también de la habitación 303, “nosotros les insistimos en que cogieran también de la 306”. Tres días más tarde de ingresar en la UCI, falleció de legionela. “Nuestro padre hacía vida normal, iba a comprar el pan, a echarla partida y no llegó con una enfermedad grave. La cogió en el hospital. Es falso que tuviera varias patologías”.
La familia Medina Lázaro se mostró molesta por el “ocultismo” y por la falta de información. “Nadie nos ha llamado en este tiempo y lo hemos visto en la prensa sin saber nada. Lo más indignante es que nadie ha hablado con nosotros antes de que saliera en prensa”.
Cuarto brote importante en los últimos 4 años
La incidencia de legionela en Navarra en los últimos años ha oscilado entre 13 y 28 casos por año, aunque en 2006 hubo 166 casos, la mayoría por un brote detectado ese mismo verano en Pamplona. Sin embargo, en los últimos años los casos más conocidos han sido en la capital ribera. De hecho, no es el primer caso del fallecimiento de una persona de avanzada edad por un caso de legionela. Desde el año 2014, hasta 2018 se han detectado, con éste, cuatro casos de distinta envergadura y con diferentes repercusiones. Sin duda el caso más grave ocurrió en la Real Casa de Misericordia de Tudela en noviembre de 2014. Una mujer de 93 años fue ingresada en el Hospital Reina Sofía tras contraer la enfermedad por la que acabaría falleciendo días después. Un mes antes, en octubre de ese año, un caso de legionela surgió en una comunidad de vecinos donde residen más de 500 personas. En ese caso, la afectada pudo curarse sin mayores problemas. Por último, en febrero del pasado año el colegio Torre Monreal debió cerrar sus puertas durante un día tras detectarse en una inspección la existencia de legionela en la red de agua del centro.