orbaizeta - Una de las personas con las que se pueden descubrir todos los secretos de la Selva de Irati es Koldo Villalba de Diego. A través de su empresa Itarinatura ofrece múltiples posibilidades para que el visitante se lleve el mejor recuerdo. “La gente nunca llega a conocer Irati en su totalidad, pero les gusta mucho lo poco explotado que está por el ser humano, lo verde que es y las zonas donde hay agua. Además, el hayedo es el lugar que más sensación de bosque da. Eso les encanta”, subraya este biólogo y guía de naturaleza afincado en el Pirineo desde hace 17 años.

Atraídos por la exuberancia del segundo hayedo más extenso de Europa, los clientes que se dejan guiar por Koldo buscan no sólo conocer la flora y la fauna que hay en él, sino también entender el entorno que les rodea. “Empezamos hablando de naturaleza y al final me acaban preguntando sobre política, cultura, sobre cómo vivimos. Por eso, en mis visitas también incluyo algo de etnografía, mitología, prehistoria”, confiesa.

El Camino de los Contrabandistas es una de sus excursiones más demandadas. Lo encontró hace años por casualidad, siguiendo las huellas de una vaca cuando era guarda de ganado en la Junta de Aezkoa, y, ahora, resulta ser su ruta estrella. En ella, recrea esta práctica fronteriza tan habitual a través de unos caminos en las cercanías de Mendilatz, difícilmente accesibles sin la ayuda de un guía. Porque a la gente le gusta escuchar historias, dice. Ya lo define bien la cita de Antoine de Saint-Exupéry que siempre escoge para presentar su empresa: “Lo esencial es invisible a nuestros ojos, sólo puede verse con el corazón”.

De entre sus variados itinerarios, los últimos otoños brinda a sus clientes con salidas micológicas. “En vez de conocer 2 ó 3 especies de setas, les enseño muchas más en un paseo donde las cogemos, aprendemos a diferenciarlas y a clasificarlas. Después, con las setas buenas, cenamos en un restaurante de la zona”, subraya el guía, orgulloso de lo satisfechos que se van sus clientes. Y es que para Koldo es muy importante fomentar un turismo sostenible basado en la adaptación al medio natural. De ahí que saque el máximo partido a los recursos que le ofrece la zona, como también lo hace en la salida veraniega de Irati a la luz de la luna. “A 1.000 metros de altura, en Azpegi, rodeados de uno de los yacimientos de restos megalíticos más importantes del Pirineo, cenamos en grupo productos locales mientras vemos las estrellas”, relata.

TIPO DE CLIENTES Desde que montó su empresa hace siete años, en su carta de presentación Koldo ofrece unos recorridos tipo, sin embargo, cada vez más se adapta a las necesidades de sus clientes. Vivir en la zona le facilita no tener que esperar a completar un número mínimo de personas para poder atenderles. “No sólo tengo grupos, también me llegan muchas parejas. La mayoría de mis clientes vienen de Barcelona o Madrid, aunque en los últimos años estoy notando que me llaman muchos navarros”, asevera Koldo, que atiende en cuatro idiomas: inglés, francés, euskera y castellano.

Al precio de 25€ por persona cuando se trata de grupos, atiende desde clientes que vienen en familia o que han hecho el Camino de Santiago hasta expertos en botánica o personas que buscan los animales más emblemáticos. ”Hace poco vino un dentista de los Emiratos Árabes que quería ver pájaros, así que le llevé a ver el pico dorsiblanco (Dendrocopos leucotos), que es el logo de mi empresa. De toda la península, sólo se pueden ver en Navarra”, reconoce. En concreto es la subespecie lifordi, un pájaro carpintero con rayas blancas y negras la que habita en la Selva y está en peligro de extinción, así como el desmán del Pirineo (Galemys pyrenaicus), una especie de topo acuático.

Como biólogo, no sólo la fauna sino que también disfruta enseñando la variedad florística de la Selva. Aunque todas las estaciones del año son muy buenas para visitarla, la primavera es la mejor época para admirar la flora. Plantas únicas y singulares del Irati que explosionan de verde logran un espectáculo digno de ser admirado.

Pero más allá de la Selva de Irati, sus visitas se extienden de una manera más cultural a otros lugares como Salazar, Roncal, Las Malloas, Lumbier o Pitillas. “La gente me pregunta mucho por Baztan, por el tema del libro, pero en la zona lo que más les gusta es Roncal, el puente de Holtzarte o las gargantas de Kakueta”, concluye.