Las manos de Ricardo Artuch y de José Miguel Pérez, que fueron pastores de Roncal y de casa de Diego en Vidángoz, elaboraban ayer en Roncal el queso a la manera artesanal en las primeras horas de la celebración de la segunda edición del Día del Queso que lleva el nombre del valle.
Daban vueltas en el molde a la leche de las ovejas lachas de Aitor Garmendia, ganadero y alcalde, mientras la vecindad llegaba con sus calderos de migas. “Lo hacemos como aprendimos de nuestros padres, es tradición familiar que se mantiene con dificultad porque es difícil el relevo”, expresaban casi a dúo.
El alcalde Garmendía coincidía con ellos al tiempo que hacía hincapié en el espíritu que impulsó la iniciativa: “Nació para enseñar el oficio de quesería y pastoreo, reconocer y transmitir los valores de nuestros mayores y en ello nos volcamos todo el pueblo”,
Y de esto va la fiesta: escaparate de la tradición artesana y modo de vida , de identidad y continuidad del duro oficio del pastoreo que hace posible la elaboración del queso DO Por eso ayer el Ayuntamiento, organizador del evento, premió la fidelidad y el esfuerzo de los pastores, Patxi Zalba, ausente por problemas de salud, y en su lugar a Lorenzo Sarratea y Eduardo Bidaurreta, vocal de la DO Roncal, de Elizondo y Erro respectivamente, junto a la Cofradía del Queso.
“Hemos querido homenajear a los pastores que entregan la leche a las quesería de Roncal desde hace décadas. Sin ellos no sería posible y es de gran importancia para el valle , nuestra imagen y nombre”, recalcaba Garmendia.
Por eso, el joven Aritz Jamar bailó la bandera para ellos envuelto de emoción y silencio, en el que solo se escuchó la música del txistu y ttun ttun de Julio Beretens con el giro de la tela en el aire.
olvidados “Todos somos igual de importantes en el proceso de elaboración del queso, sin embargo, los pastores hemos sido los grandes olvidados durante muchos años”, lamentaba Eduardo Bidaurreta, de 47 años y pastor desde su infancia. “Este reconocimiento va para todos los pastores empañados en sostener la oveja autóctona, que es lo que la identidad al queso de Roncal”, mantenía.
Lorenzo Sarratea, por su parte, asentía y añadía: “Creo que los pastores tenemos que tener más voz en las decisiones técnicas y políticas, porque somos parte importante en el mantenimiento del mundo rural y los que de verdad conocemos el medio”.
Satisfecho el vocal de la Denominación de Origen queso de Roncal, tarea compartida con el presidente Patxi Zalba, afirmaba que la DO está bien situada y mejora el nivel después de varios años de altibajos. “ La producción de la pasada temporada ascendió a 384.000 kilos de queso (2,496 litros de leche)” concretó.
El sabor especial que le da esta leche y el clima fundamental en sus cuatro meses de maduración hacen de él un queso recio de sabor intenso, listo para el paladar y su degustación, broche final en la mañana de la fiesta que mantiene su vocación inicial de continuidad