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Tudela. El prestigioso fotógrafo brasileño Sebãstiao Salgado hizo una parada en Tudela este pasado martes. Todo un lujo por tratarse de un Premio Príncipe de Asturias de las Artes y más aún por acercarse a la ciudad tras recibir un galardón en Madrid por la inauguración en la capital ribera de la muestra Éxodos, uno de sus trabajos más icónicos. La exposición, de 180 fotografías en blanco y negro que aún conservan su vigencia dos décadas después de ser tomadas, podrá verse en la Casa del Almirante hasta el próximo 26 de mayo.
En su encuentro con los medios de comunicación y su posterior intervención ante una repleta sala en la sede de Castel-Ruiz, Salgado reivindicó el valor histórico de la fotografía, su “memoria” frente a la inmediatez y la condición de ruido y pandemonio de las meras imágenes. “Todo el mundo tiene un móvil para fotografiar, pero eso son imágenes”, insistió. De esa memoria están plagadas las instantáneas de esta exposición, trabajada sobre el terreno, piel con piel, alma con alma, sumergidas en las miles de historias de migrantes, desplazados y refugiados a lo ancho de 35 países de todo el globo durante más de un lustro. Retratos, gestos, miradas y paisajes que Salgado definió como parte de “nuestra historia”. “Estas fotografías son una pequeña parte de la historia de la humanidad a partir de los años 70, cuando se desplazaron los focos de producción económica y se inició la reorganización de la familia humana”, incidió el brasileño, a quien acompañó en la ciudad su mujer y comisaría de la muestra, Lélia Wanick Salgado.
El fotógrafo reflexionó ampliamente, recordando su labor como economista cuando dejó Brasil debido a la represión de la dictadura militar, sobre los cambios en la producción y la economía mundial a partir de finales de los 70. “Haciendo el proyecto Trabajadores, en el que Lélia y yo narrábamos a través de fotografías la transformación en el mundo obrero, cuando las máquinas y su irrupción provocaron un desempleo masivo en la clase proletaria tradicional, nos dimos cuenta de que estas situaciones estaban provocando una desestabilización a nivel demográfico”, contó. “Ciudades que apenas tenían 5 millones de habitantes, pasaron a tener 15 o más en muy poco tiempo. En nuestro país el proceso de urbanización del territorio ha durado apenas 50 años mientras en otros lugares ha llevado siglos”, añadió. Esos éxodos rurales, unidos a los desplazados por las guerras fratricidas como las de Uganda, Mozambique o Yugoslavia, están presentes en la muestra. “Contamos una historia difícil pero necesaria. Y lo hicimos dos personas como nosotros, que también hemos sido emigrantes que viajaron a Francia”, subrayó.
Numerosos fotógrafos de la ciudad, así como admiradores, se acercaron a conocer en vivo y en directo a este icono de la disciplina, cuya exposición Génesis ya estuvo presente en paneles a lo largo del Paseo del Queiles hace unos meses. Precisamente con motivo de aquella muestra, el Ayuntamiento inició los contactos para poder traer también Éxodos, cuya presencia en Tudela coincidirá con las Jornadas de Exaltación de la Verdura y la Semana Santa, lo que supone un aliciente para las visitas turísticas en esas fechas.
l Horarios de la exposición. De martes a sábados, de 10.30 a 13.30 horas y de 17.30 a 20.30 horas. Domingos y festivos de 10.30 a 13.30 horas. Entrada gratuita.
l Distribución. Las 180 instantáneas que se distribuyen en todo el edificio de la Casa del Almirante están divididas en cinco secciones: Migrantes y refugiados: instinto de supervivencia; La tragedia de África: un continente abandonado; América Latina: éxodo rural, caos urbanístico; Asia: la nueva cara del mundo urbanizado; y Retratos.