altsasu - La Asociación de Comerciantes de Alsasua/Altsasuko Dendarien Elkartea cumple 25 años y lo va a celebrar a lo grande. Y es que mañana ofrecerá el bocadillo de jamón pan tumaca más grande que se ha realizado nunca en Navarra. Serán alrededor de 40 metros que se repartirá en unas 1.000 generosas raciones. El gran bocadillo o bocadillazo, como lo llaman a algunos, comenzará a prepararse a las 18.30 horas en la plaza de Los Fueros, donde dos horas más tarde será el reparto. Las raciones se podrán canjear por los vales que se están repartiendo esta semana en los comercios asociados al realizar compras, 700 en total. Para catar los 300 restantes se podrá adquirir un ticket el mismo día al precio popular de 1,5 euros.

Además, durante toda la tarde habrá diferentes actividades organizadas por la Asociación de Comerciantes de Alsasua junto con diferentes colectivos de Altsasu. Y es que como destacan los y las comerciantes, son una parte fundamental de la comunidad. “Un pueblo sin comercio es un pueblo sin vida”, señala Rebeca Alen, presidenta de esta asociación. De la misma opinión son Alberto Anguiano, Amaia Bengoetxea, Vanesa Abad, Mª Jesús Alonso y Ainhoa Álvarez, miembros de la junta directiva que ayer ultimaban los preparativos de esta fiesta que han organizado con mimo.

Arrancará a las 18.00 horas con la apertura de la barra y animación infantil. A las 18.30 habrá una exhibición de gimnasia rítmica para continuar con un espectáculo con Oihuarima dan-tza taldea y la fanfarre Zangitu. A las 20.00 horas será la presentación de la pancarta de las peñas y después no faltarán los homenajes antes de hincarle el diente al bocadillo. La fiesta se prolongará hasta las 23.00 horas con DJ Txen.

Lo cierto es que los comercios ofrecen un servicio a los y las vecinas además de aportar color y luz en sus escaparates y colaborar en las actividades que se llevan a cabo en Altsasu, como ellos mismos. Por ello, consideran importante sensibilizar a la población de la importancia del comercio de cercanía e invitarles a reflexionar sobre las costumbres de consumo. “Desde las escuelas se debería trabajar el consumo responsable, explicarles cómo funciona la cadena de compra y dónde van los impuestos de unos y otros”, observa Alberto Anguiano.

reivindicar su espacio En este mundo globalizado, con cada vez más compras a través de internet, el pequeño comercio reivindica su espacio con el trato personalizado, valor añadido y cercanía como principales armas. Precisamente, la Asociación de Comerciantes de Alsasua se creó en 1994 para potenciar el sector. “La impulsó el Ayuntamiento, con Juan Manuel Goikoetxea de alcalde”, recuerda Alonso Asensio, el primer presidente de la asociación, al tiempo que señala que antes, en los años 80, hubo otra, Zurekin. “La variante nos apartó de una notable influencia de paso por la N-1 y después el boom de las grandes superficies, ambos factores golpearon al comercio”, apunta.

La asociación echó a andar con 68 comercios, casi la mitad de los que había en Altsasu, 148, que entonces contaba con una población de 6.764 habitantes. En la actualidad son 35 comercios y establecimientos de hostelería. Y es que tras la creación en 2014 de la Asociación de comerciantes, hostelería y servicios de Sakana -Sakanako Dendari, Ostalari eta Zerbitzuen Elkartea-, en la que se integró la de Altsasu, también se abrió el conjunto de establecimientos que forman parte del tejido comercial del municipio, es decir, comercio, hostelería y servicios. Según un estudio realizado por la empresa Ikei para la Agencia de Desarrollo de Sakana con el objetivo de impulsar acciones de futuro para la mejora y dinamización del tejido comercial. En Altsasu hay 156 comercios que emplean a 301 personas además de 42 establecimientos de hostelería, con 149 trabajadores.

Desde la junta de la asociación destacan la importancia de la unión del comercio. “Juntos podemos hacer más fuerza”, señalan. Asimismo, destacan la importancia de las actividades de formación y las campañas de promoción comercial que llevan a cabo para premiar la fidelidad de sus clientes. Asimismo, son un interlocutor válido para hablar con las instituciones, a las que piden apoyo para mantener vivo el comercio.

Si bien señalan que el sector está pasando un momento complicado, se muestran con ganas de seguir hacia adelante con una actitud proactiva para ofrecer al cliente una experiencia de compra que le hace volver. “Cuando te pide algo y si no lo tenemos, lo intentamos conseguir. Asesoramos y solucionamos problemas”, apuntan. “La gente está volviendo al comercio tradicional”, asegura Asensio, la voz de la experiencia con casi seis décadas detrás del mostrador. “Damos vida al pueblo, pagamos nuestros impuestos para que redunden en beneficios de la comunidad, estamos cerca, ofrecemos calidad, generamos una enorme huella ecológica? Tenemos muchas razones para seguir adelante”, aseguran.