aezkoa - Los aezkoanos y aezkoanas volvieron a celebrar su identidad y cultura en el Día del Valle, que este año acogió el pueblo más alto de toda Navarra, Abaurrea Alta. Durante su 42ª fiesta, el valle puso de manifiesto la denuncia del abandono histórico al que tienen que hacer frente junto al compromiso de los habitantes para luchar por su superviviencia. Los alcaldes denunciaron el poco valor e iniciativa que se apuesta en las zonas rurales, reconociendo que el presente estaba en juego. El domingo agrupó a muchos vecinos de todos los pueblos que componen el valle: Garralda, Aria, Aribe, Orbara, Orbaizeta, Hiriberri, Garaioa, Aburrepea y Aburregaina que se concentraron en kalejira hasta la plaza con dan-tzaris, aezkoanos y aezkoanas vestidos con los trajes típicos, los alcaldes de cada uno de los pueblos y la comparsa de gigantes.

Maite Loperena y Oihane Ordóñez de la Asociación Aezkoa Kultur Elkartea, que se encarga de organizar la fiesta, protagonizaron el acto central de la jornada que dedicaba el homenaje a la campaña de insumisión que cumplió 30 años, un movimiento de desobediencia civil que tenía como objetivo la abolición del Servicio Militar Obligatorio en el estado español. El movimiento quería servir de “ayuda a mejorar la sociedad”, explicaron Gorka Zabala y Joseba Burusko, que acudieron en su representación y firmaron en el tradicional Libro de Honor del Aezkoako Eguna, junto a Karlos Bueno, presidente de la Junta del Valle y Peio Zabalza, ambos involucadros en el movimiento.

música y cultura Desde la Asociación Cultural Aezkoa, Loperena y Ordóñez recalcaron que el objetivo es “recuperar algo cultural cada año y homenajearlo” lo que da lugar “a un toque especial y diferente”. Reconocen que vivir la fiesta desde dentro de la organización es muy intenso “sobre todo lo tres últimos meses” aunque los primero preparativos empezaron en enero. “Lo que más disfrutamos es la comida, comemos en la patatera y genera un ambiente muy nuestro”, admitieron.

La patatera albergó espacio para los casi 600 comensales. De la comida se encargaron los propios habitantes de Abaurrea Alta que desde primera hora de la mañana prepararon el zikiro de un forma especial con “influencia francesa” explicó Pixpi, uno de los cocineros, y, continuó “juntamos el cordero asado deshuesado en una red, y durante cuatro horas y media lo ponemos sobre las brasas para que se haga muy lentamente y vamos dándole vueltas”.

Unión popular Abaurrea Alta no acogía el Día del Valle desde 2011 ya que cada año se celebra en un pueblo diferente de los que componen por orden de altitud. Juantxo Merino fue de los primeros en crear la Asociación Aezkoa Kultur Elkartea hace 41 años: “Existía la necesidad de agrupar los nueve pueblos que entonces, estaban muy dispersos”. Además, “era importante recuperar parte de nuestro patrimonio, como los montes de Aezkoa que en esos momentos pertenecían al Estado, y los recuperamos”, recalca.

Admitió que a día de hoy los que iniciaron con ilusión este proyecto en la Asociación se mantienen poco a poco en relevo generacional para que los jóvenes empiecen a llevar el mando. La fiesta realza el sentimiento común del valle, “tiene bastante tirón y une mucho a la gente”, destaca Aingeru Arrese, vecino del pueblo. Tras la comida popular la lluvia provocó un cambio de planes, y tanto el teatro como la danza tradicional tuvieron que desarrollarse en el frontón.

La jornada resaltó la unidad del valle y el buen ambiente en un día en el que la música, la danza y la reivindicación cultural se convirtieron en los protagonitas en un encuentro en el que la participación fue muy completa tanto niños, como adultos y ancianos, se unieron a la fiesta.

Mantener la tradición. La jornada realza su cultura popular y tradicional. Además, reitera la necesidad existente de apostar con iniciativas en la zona alta de la montaña debido al alto abandono histórico al que tienen que hacer frente.

Danza y música. La kalejira reunió la danza tradicional y la cultura musical del valle junto a la comparsa de gigantes y los alcaldes de los pueblos de valle.

La lluvia obligó un pequeño cambio de planes. Al finalizar la comida popular, el tiempo cambió y la danza tradicional y el teatro que se iban a llevar a cabo al aire libre tuvieron que desarrollarse en el frontón del pueblo.

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pueblos componen el Valle de Aezkoa: Garralda, Aria, Aribe, Orbara, Orbaizeta, Hiriberri, Garaioa, Aburrepea y Aburregaina. Cada año se celebra en uno de ellos y siguen el orden de altitud. La última vez que se celebró en Aburregaina fue en 2011.