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Dinamizadores de un pequeño y antiguo barrio sartagudés

Desde el mes de abril la localidad cuenta con una nueva asociación que ha nacido con los objetivos de impulsar eventos y de movilizar al vecindario

Dinamizadores de un pequeño y antiguo barrio sartagudésMARÍA SAN GIL

sartaguda - Con la idea de dinamizar su barrio, la calle Nueva de Sartaguda, aunque en realidad es una de las más antiguas que hay en la localidad ya que incluso allí estuvo la casa del Administrador del Duque del Infantado, nació hace unos meses, concretamente el 30 de abril, una nueva entidad: la Asociación Calle Nueva de Sartaguda. De la mano de 13 socios fundadores, y después de haber organizado ya sus primeras actividades, sus integrantes aseguran haber tenido una “muy buena acogida, estamos muy satisfechos”.

Tras una reunión entre vecinos el 28 de octubre del pasado año, explicaba el presidente de la asociación, José Luis Bárbara, decidieron ir formalizando este colectivo con el objetivo de poder organizar actividades, reflotar un poco el barrio para que tuviera “vidilla” y, además, poder hacer un poco más presión a la hora de solicitar diferentes cuestiones así como poder contar con la ayuda del Ayuntamiento.

Tras realizar el papeleo pertinente, desde abril están en marcha de forma oficial y, en la actualidad, acompañan a Bárbara en la gestión de la asociación Arantza Díaz, como vicepresidenta, Iñigo Pascual, como tesorero, y Víctor Macua como secretario.

“El primer objetivo era unirnos todos, y eso está más que conseguido, a partir de ahí, a proponer alternativas, ideas y actividades”, comentaba Pascual. De hecho, y debido a las ganas que tenían por comenzar a movilizar su barrio, llevan desde las pasadas Navidades organizado eventos. Eso sí, reiteraban Pascual y Bárbara, “se trata de una asociación apolítica. Lo que hacemos, lo hacemos en conciencia”.

primeros pasos Después del éxito que tuvo el portal de Belén que colocaron el año pasado al final de la calle, han decidido iniciar un taller para renovar las figuras y hacerlo más atractivo y vistoso. De hecho, y dependiendo de cómo salga esta experiencia piloto, la idea es poder ir ampliando las figuras de aquí en adelante. Una vez acabado, explicaban, la idea es inaugurarlo, junto con las luces navideñas, el 6 de diciembre. Como novedad este año, desvelaban, también sonarán villancicos los días 24 y 31 de diciembre.

La asociación también impulsó la mesa comunitaria para la prevención de drogodependencia, una iniciativa que cuenta con otros sectores externos implicados como la Mancomunidad de Servicios Sociales y, además, este año entregó el primer Melocotón de Plata en la feria que se celebra en agosto en el municipio para potenciar esta sabrosa fruta.

La idea, exponían, “es reconocer o premiar a algún vecino o vecina a título particular así como a alguna asociación o entidad que colabore, ayude o haga cosas por Sartaguda”. Este año el galardón fue para Julio Martínez.

Por otro lado, y para los meses que vienen, han apostado por una serie de actividades que se enmarcan bajo el lema “Este invierno, no te quedes en casa”.

De hecho, ya han puesto en marcha varias actividades; un taller de fabricación de queso fresco de cabra (el día 21), un taller de corte de jamón ibérico (el 5 de diciembre), y dos charlas, una sobre la instalación solar para autoconsumo y la otra sobre el coche eléctrico.

Sin embargo, si algún proyecto les ilusiona por encima de los demás es la recuperación de la iglesia vieja, en desuso desde hace al menos medio siglo, como centro de culto. Iñigo y José Luis explicaban que desde el 6 de septiembre de 1989 el edificio, del siglo XVI, pasó a ser de propiedad municipal por lo que han hablado con el párroco local, el arzobispado y el Ayuntamiento. “Es una pena que esté abandonada y que se use como almacén. En su día se hizo otra porque ésta parecía pequeña, pero la nueva está sobredimensionada y podría tener otro uso”.

Aunque saben que es un proyecto a largo plazo, destacaban que hay muchos vecinos dispuestos a limpiar y a ayudar en la medida de sus posibilidades. El problema, sin embargo, recae en la torre, que presenta un problema estructural que requeriría de una gran inversión.

Con ilusión, con muchas ganas y logrando poco a poco notoriedad y adeptos (ya son más de 40 socios), aseguraban estos sartagudeses que “merece la pena meterse en estos jaleos. Todos los miembros de la asociación tenemos mucha ilusión y eso, al final, te compensa. Es más una cuestión de organización que de perder el tiempo”.

La cuota es simbólica puesto que es de apenas 15 euros al año, y, aunque Bárbara no descarta la posibilidad de terminar conformando una gran asociación de vecinos del municipio, lo cierto es que reconoce que “hay que ir poco a poco, sin grandes pretensiones, aunque no nos asusta crecer”.