pamplona/iruña - Hay muchas maneras de reunirse en torno a una mesa, costumbre más extendida, si cabe, durante la Navidad, pero pocas citas congregan a gente tan diversa y plural como la cena que por estas fechas organiza, ya por tercer año consecutivo, la fundación Core para promover la integración. Para estrechar lazos entre voluntarios y beneficiarios de los distintos programas -de formación, acogida y empleo- que fomenta una entidad que goza de muy buena salud.

Y es que fueron nada menos que 450 comensales los que el pasado 19 de diciembre celebraron su particular quedada en la Agrupación Deportiva San Juan como pretexto para conocerse y compartir mesa entre los miembros de un colectivo que atiende a 1.700 usuarios de hasta 40 países diferentes y cuenta con más de 200 voluntarios y voluntarias. "Cada año viene más gente, estamos encantados. Es un día muy bonito tanto para los voluntarios como para los beneficiarios, porque es una reunión que sirve de reflejo de la fundación y del trabajo que realizamos", explica Isabel González, presidenta de Core. Con sede en San Jorge, la entidad ofrece diferentes cursos para conseguir la integración y la convivencia intercultural.

Un total de 16 empresas colaboran con el menú, que se encargan de preparar grupos de estudiantes, investigadores, jubilados y voluntarios de todas las edades para hacerlo posible. "No se cómo, porque es una locura reunir a tantas personas -bromea González-. Pero sale tan bien que la gente repite y es un día muy especial, también para quienes están solos y deciden pasar ese día en compañía de buena gente", explica, agradeciendo la colaboración de todas las entidades que han tomado parte en el evento.