pamplona/iruña - Son los más madrugadores, sin duda, y levantarse pronto los domingos para entonar cánticos no es cosa fácil, más teniendo en cuenta que llevan haciéndolo nada menos que 75 años. Los Auroros de Santa María la Real están de aniversario y, como no podía ser menos, de reconocimiento. La Misa de la Escalera que se celebró ayer en la parroquia de San Fermín, el tercer peldaño, rindió un sentido homenaje a esta agrupación conformada por unos 60 miembros que se encarga de poner voz y ritmo a las festividades de los santos desde el punto de la mañana. Una cita "muy emotiva" que les hace sentirse "orgullosos", tal y como confesaba ayer su presidente, Julio Antomás, que por otra parte cumple también 75 años. "Éste es para mí un año muy especial", reconocía.

El colectivo celebra este año sus bodas de diamante y fueron ayer los encargados de ponerle el pañuelico a San Fermín en el altar, un paso más que no hace más que restar días para que llegue la fiesta. Ya falta menos. Se encargaron también de la parte musical de la eucaristía y ayer dieron fe de que también hacen avances: desde hace dos años incorporaron la presencia femenina entre sus filas -cuentan de momento con dos mujeres- algo que, esperan, contribuya a superar la falta de relevo generacional de la que adolecen. "Empezaron tres, por las calles y con un organico de manivela. Ahora hace falta que venga más gente, invitamos a todos a participar de una tradición que se ha convertido en una institución para la ciudad", señalaba Antomás.