- En este tiempo de confinamiento es fundamental cuidar la alimentación, llevar una dieta lo más sana posible, según coinciden los expertos. Y qué mejor de productos kilómetro 0. Por ello, y también para que los baserritarras de la zona puedan seguir sacando adelante sus explotaciones, en Leitza se ha puesto en marcha la iniciativa Baserritik etxera, del caserío a casa, un canal de venta directa con productores de Leitza y Areso, 11 en total, con una amplia oferta de productos de temporada además de alubias, verduras, miel, queso o carne entre otros alimentos que se recogen en un catálogo que se ha difundido a través de las redes sociales.

Los pedidos se pueden realizar de lunes a miércoles de 9.00 a 18.00 horas en el teléfono 617 38 59 33. El reparto se realiza los viernes, siguiendo todos los protocolos establecidos para garantizar la seguridad de los alimentos y de las personas, según destaca Go-tzone Sestorain, de Gorritz baserria, uno de los ocho caseríos de Leitza que viven del sector. Para ello, los y las baserritarras llevan sus productos al frontón, de 8.00 a 10.00 horas, en un orden y cada diez minutos para evitar los contactos. Después, a partir de las 10.30 horas, voluntarios y voluntarias de la red de ayuda local recogen los pedidos, también cada diez minutos, para después realizar los repartos hasta la puerta .

Además, para evitar el uso de monedas y billetes, el pago se realizará una vez finalice la cuarentena a través del grupo de consumo LeitzEKO, que ha firmado un acuerdo con el Ayuntamiento de Leitza, que adelantará el dinero para que el grupo de consumo lo haga llegar a los baserritarras. También se ha establecido un protocolo de seguridad, basado en los criterios establecidos por el Gobierno de Navarra y la Federación Navarra de Municipios y Concejos, adaptado a la situación. Así, cada voluntario reparte tres lotes y va equipado con mascarilla, guantes y gel, evitando el contacto entre ellos y con los consumidores. “El riesgo es mínimo, mucho menor que en la compra”, apunta el alcalde, Mikel Zabaleta. La iniciativa comenzó este pasado viernes con 40 pedidos. “Para ser la primera vez creemos que es un número importante y que irá aumentando las próximas semanas”, observa.

La venta directa es la principal fuente de ingresos de pequeños productores, un sector que sigue activo durante esta cuarentena. Y es que hay que cuidar a los animales y también la tierra además de seguir elaborando alimentos. “En Navarra como en el resto de comunidades, con las medidas que se han tomado ante esta crisis sanitaria en muchos casos los pequeños productores que hacemos venta directa hemos quedado bloqueados. La principal salida de nuestros productos, además de tiendas y grupos de consumo, son las ferias y mercados o nuestras propias fincas”, apunta Sestorain. “En Gipuzkoa han seguido abiertos algunos mercados, cómo es el caso de Ordizia, limitado a pequeños productores de la zona y en el frontón, con un protocolo de seguridad”, señala esta baserritarra.

En el caso de Leitza, el mercado se suspendió el pasado 13 de marzo. “Cada día salía un decreto, diferentes restricciones. Desde el centro de salud y el Servicio Social de Base mandaban mensajes que las personas mayores y con enfermedades crónicas debían quedarse en casa y no podíamos abrir un mercadillo, cuando la principal clientela de los mercados son las personas mayores”, recuerda el alcalde. Así, se barajaron diferentes fórmulas. “Surgió la idea de llevar el producto a casa. De antes venían funcionando diferentes dinámicas para impulsar el sector primario. Esas redes que ya existían han funcionado y se ha creado esta alternativa”, destaca Zabaleta.

Lo cierto es que en Leitza llevan años promocionando el consumo de producto local con diferentes dinámicas para el desarrollo y el mantenimiento de formas de vida dignas y sostenibles en el medio rural, sobre todo desde LeitzEKO, asociación creada en 2014, y que participa también en esta iniciativa junto con los baserritarras, el Ayuntamiento y el grupo de ayuda ciudadana puesta en marcha tras el decreto de alarma para animar a la ciudadanía a valorar y consumir producto local. “La construcción de sistemas alimentarios locales es responsabilidad de todos y todas” apunta Go-tzone Sestorain.

“Las explotaciones pequeñas elaboran alimentos sanos, dan vida a los pueblos, contribuyen al desarrollo local, generan empleo y además son esenciales para la conservación y mantenimiento del medio ambiente”, abunda Sestorain, al tiempo que alerta de que los productores a pequeña escala corren peligro de desaparecer por falta de “políticas públicas más valientes”. Al respecto, considera que “hay que adecuar normativas, los requisitos higiénicos-sanitarios y las ayudas económicas para fomentar este modelo de producción”.

Esta baserritarra también incide en la necesidad de diseñar políticas alimentarias locales para “relocalizar toda la cadena alimentaria en base a un modelo de producción sostenible medioambiental y socialmente”. Asimismo, destaca “la gran labor de liderazgo que esta realizando el ayuntamiento de Leitza, junto algunos otros municipios de Navarra”.

“Los pequeños productores que hacemos venta directa quedamos bloqueados ”

Baserritarra