- “Ramadan Mubarak”. Así se felicita a la comunidad islámica en su mes más sagrado. Porque ayunar en las horas de luz es uno de los cinco pilares de su credo y coincide con el momento en que Mahoma recibió su primera revelación del Corán.

El ayuno se suma al confinamiento en una doble penitencia. “El día se hace muy largo salvo que trabajes”. Gharib Rahmi se despierta a las cinco de la madrugada para rezar. Se acuesta de nuevo y se levanta a las ocho antes de ir a trabajar a la carnicería que tiene abierta en la calle Hilarión Eslava de Burlada desde hace año y medio. Regresa a casa al mediodía y vuelve a abrir la tienda a las cinco de la tarde hasta las ocho y media. A las nueve cena y se acuesta para las diez. Lo que se dice una vida ordenada. “Hay gente que lo vive como una fiesta y duerme de día, otros lo hacemos así. Yo procuro además no comer mucho... Es una tradición muy arraigada además de ser muy bueno el ayuno para limpiar el estómago y el organismo”, señala. Tiene tres hijos, el mayor que vive y trabaja fuera, y que le ha dado un nieto, y los dos pequeños de 19 y 21 que están estudiando.

De origen marroquí, llegó a Navarra hace 20 años, su mujer es malagueña y la familia vive en San Jorge. “Me he sentido muy bien acogido siempre, gracias a Dios”, subraya.

Estos días de confinamiento se han disparado las ventas de carne, observa. Cordero, pollo, ternera, y también productos latinos y africanos. “Me compra gente de todas las culturas, mucho latino, africanos y también paisanos”. Toda la carne ha sido sacrificado bajo el rito musulmán que consiste en mirar a la Meca y cortar el cuello para que el animal se desangre. “Con el coronavirus extremo las tareas de limpieza, mucha lejía -con o sin virus-, guantes, gel y mascarilla”, abunda. Asegura que los niños a partir de los 12-13 años también se incorporan al ayuno aunque “pueden probar algo al mediodía si lo necesitan”. “Aunque el primer día es duro, luego te acostumbras, y a partir del segundo lo vives con normalidad”, relata quien ahora no puede acudir a la mezquita a rezar; está cerrada a causa de la pandemia.

Recuerda que sus paisanos en su país de origen no lo están pasando muy mal. “Ha habido menos fallecidos. Llevan una vida parecida, de confinamiento, allí hasta las seis de la tarde no pueden salir, pero es uno de los primeros países que cerraron a tiempo las fronteras, como lo hizo Portugal, y no ha habido tantos contagios”, subraya. Los dos millones de musulmanes que viven en el Estado español (más de 25.000 en Navarra), en sus oraciones, tendrán especialmente presente la situación por la que atraviesa el mundo y pedirán a Alá que ayude a todos, rezando por las víctimas, por la pronta recuperación de los enfermos y para que alivie el dolor de las familias. “Lo vamos a afrontar de manera distinta pero lo vivimos con la misma ilusión que cualquier año. El confinamiento es un acto de adoración personal y de purificación, explicó a Europa Press el director de la Comisión Islámica de España, Yousef Mustafa. Desde la CIE piden a los empleadores de trabajos en el campo que permitan flexibilizar el horario.

MÁS DE 2 MILLONES

Los más de 2,1 millones de musulmanes que viven en España comenzarán este viernes 24 de abril el ayuno del mes de Ramadán "en unas circunstancias especiales, nunca experimentadas con anterioridad", sin posibilidad de realizar los rezos en las mezquitas y sin rupturas de ayuno en comunidad, debido a las medidas de confinamiento por la pandemia del coronavirus COVID-19, pero "con la misma ilusión" que cualquier año.

"Es cierto que este año el mes de Ramadán lo vamos a afrontar de manera distinta, pero sigue siendo muy especial para los musulmanes, lo vivimos con la misma ilusión que cualquier año. El confinamiento en sí no afecta al hecho de ayunar, ya que el Ramadán es un acto de adoración personal y de purificación, afecta más bien al ámbito comunitario y social que tiene. Vamos a seguir ayunando igual, vamos a seguir leyendo el Corán, y realizando la oración, pero lo haremos en casa, no en las mezquitas", ha explicado a Europa Press el director de la Comisión Islámica de España (CIE), Yousef Mustafa.

Dada la actual situación sanitaria, los musulmanes españoles no podrán realizar la oración en comunidad, ni la ruptura del ayuno en comunidad, y tampoco podrán visitar a familiares y amigos y romper con ellos el ayuno. Aún así, Yousef Mustafa destaca que puede ser una oportunidad para "estrechar las relaciones familiares al ayunar en casa" y vivir el mes del ayuno "de una forma espiritual como cualquier otro año".

Si a lo largo de este mes la situación sanitaria cambia, indica que podrán valorar la posibilidad de realizar oraciones comunitarias o la celebración del Id al Fitr, la fiesta del fin del ayuno, a finales del mes de mayo, "por supuesto siempre cumpliendo con las indicaciones del Ministerio de Sanidad".

En sus oraciones, este año tendrán especialmente presente la situación por la que atraviesa el mundo y pedirán a Alá que ayude a todos "en esta situación de pandemia", rezando "por las víctimas, por la pronta recuperación de los enfermos y para que alivie el dolor de los familiares". Precisamente, el que hasta hace unas semanas era el presidente de la Comisión Islámica de España, Riay Tatary, falleció el pasado 6 de abril víctima del coronavirus COVID-19.

Por otro lado, en cuanto a los empleados de trabajos esenciales, como aquellos que trabajan en el campo, la CIE pide a los empleadores que permitan "flexibilizar" el horario de sus trabajadores musulmanes para que puedan terminar su jornada laboral antes de la llegada de la hora de ruptura del ayuno, tal y como se recoge en el Acuerdo de Cooperación con el Estado Español del año 1992.

Aunque este año, el Ramadán no coincide con el verano, el director de la CIE recuerda que van a ayunar los últimos días de abril y casi todo el mes de mayo, "y los días van a ser largos y calurosos en la mayor parte de España" lo cual "va a suponer un gran esfuerzo par los musulmanes, especialmente para aquellos que tienen un trabajo físico duro y no pueden beber agua durante su jornada laboral".

En un comunicado enviado a los musulmanes bajo el título '¿Cómo ayunar el Ramadán en tiempos del Corona?', la Comisión Islámica de España señala que el confinamiento puede ser una "oportunidad para que la familia se reúna alrededor del Corán para memorizar o repasar lo que puedan de sus suras o reflexionar sobre ellas".

Además, en este mes los musulmanes deben ayudar a los más necesitados y dado que las mezquitas estarán cerradas, se sugiere a los interesados donar de primera mano los alimentos a quienes les haga falta, o bien, contactar con un restaurante con servicio a domicilio para servir alimentos a personas necesitadas o también entregar alimentos a asociaciones que brinden asistencia alimenticia a los ayunantes. Por ejemplo, la Comunidad Islámica de Arganda preparó este martes un reparto de alimentos a domicilio.

La CIE también pide no olvidar a las víctimas del coronavirus ni a sus familiares, esforzándose en "reconfortarles moral y materialmente, aliviar su dolor y ayudar a que no se sientan solos en estas circunstancias difíciles". Asimismo, recomienda mantener una comunicación fluida con el imán que, según precisan, debe idear formas de comunicarse con los feligreses, por ejemplo, a través de las redes sociales.

"No hay duda en que los musulmanes de España, al respetar las reglas del confinamiento social, preservarán sus vidas, protegerán y salvaguardarán a la sociedad", subraya la CIE.