omparten escenario en lo alto del monte Irulegi, un enclave privilegiado de la sierra de Aranguren en el término municipal de Lakidain. Pero nada tienen que ver. De hecho, entre la desaparición del primero y el nacimiento del segundo caben más de 1.000 años de Historia.

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Descubren un poblado vascón de hace 2.700 años en Lakidain

El castillo medieval de la época de Sancho el Fuerte (siglo XII) es de sobra conocido. Está excavado, consolidado y musealizado fruto de una década de trabajo continuado. A su lado asoma ya un poblado vascón de la Edad de Hierro -habitado entre los siglos VIII y I aC- que en su mayor esplendor se estima que llegó a ocupar diez hectáreas: núcleo urbano, recintos de función ganadera/agraria y murallas. Pudo estar fuertemente protegido por considerables defensas artificiales.

El Ayuntamiento del Valle de Aranguren y la Sociedad de Ciencias Aranzadi presentaron ayer los trabajos arqueológicos en uno de los principales poblados fortificados de época prerromana de la cuenca de Pamplona. Un asentamiento de hace 2.700 años. En las excavaciones de las dos últimas semanas se han documentado "los restos de una casa de la Edad de Hierro, paredes de piedra y adobe, vasijas de cerámica, molinos de piedra o incluso restos de los animales que se consumían en la época. La planificación de la trama urbana muestra las distintas construcciones del poblado. Esto, junto a la excelente conservación de los restos hallados en el interior, abren la posibilidad de investigar a fondo las sociedades que habitaban este tipo de hábitats concentrados y fortificados", explica Aranzadi. "Siempre que veníamos al castillo nos decían que en toda esta ladera podía haber un poblado que tenía su importancia, que no sabíamos cuál era. Ahora que ha comenzado la excavación nos manifiestan que tiene una gran importancia desde el punto de vista de recuperar la historia, sobre todo en el Valle de Aranguren. Queremos que sea un punto de encuentro para toda la ciudadanía de la Comarca de Pamplona y de la propia ciudad", reconoció en la visita el alcalde del valle, Manolo Romero.

El asentamiento ya ha desvelado alguna sorpresa. Por ejemplo, los restos humanos de un bebé perinatal que debió de fallecer poco antes de nacer, aproximadamente a las 36 semanas de gestación. "Fue enterrado en el suelo del interior de una casa. Según sus creencias se trataría de un lugar de protección, un lugar sagrado y a la vez privado, ya que no había alcanzado la edad de ser incinerado en una necrópolis como solían hacer con los demás miembros de la comunidad. Los restos óseos de este singular enterramiento están siendo analizados por el doctor Francisco Etxeberria y Lourdes Herrasti, investigadores de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

"Complejidad" más allá del Ebro

De los mejores ejemplos

"Todos hablamos de los vascones, pero realmente muy poco se ve de lo que era la población vascona de esta zona de Navarra. Y aquí tenemos uno de los mejores ejemplos, que en años sucesivos va a dar bastante información y bastantes sorpresas", detalló Jesús Sesma, arqueólogo técnico del Gobierno de Navarra, quien destacó el " alto valor científico" de los trabajos.

Por su parte, el director de la excavación, Mattin Ayestararan, dijo que se trata de un yacimiento "fundamental" en la Comunidad Foral porque "pone de manifiesto la complejidad" de la sociedad que lo habitaba. El valle del Ebro era un paso natural que unía el Mediterráneo con estas zonas, y en la Edad de Hierro existían imperios mediterráneos muy avanzados como griegos, romanos y cartagineses. "Se pensaba que todo eso llegaba hasta ciertos sitios del valle alto del Ebro, pero no hasta estas cuencas prepirenaicas. Teníamos esas barreras montañosas. Y estamos viendo que esta gente, tanto de la cuenca de Lumbier, de Pamplona... estaban avanzados social y culturalmente. Llegan a niveles de complejidad casi idénticos a los que podemos encontrar en el valle del Ebro", aseguró este arqueólogo e investigador de Aranzadi, natural de Irurita, que realiza la tesis doctoral sobre este poblado situado "en el corazón de territorio vascón". Una "etnia prerromana que los romanos describen desde el siglo II aC hasta el siglo IV. Sabemos muy poco sobe ellos". "Encontrar poblados de diez hectáreas en el valle del Ebro es bastante común, pero no en estas latitudes", concretó también sobre sus dimensiones máximas. "Es un punto clave a la hora de articular el territorio colindante, porque los poblados que nos vamos encontrando en la cuenca de Pamplona y zonas más al norte llegan aproximadamente a las tres hectáreas de media", dijo también.

En la fase final del poblamiento, con "viviendas cuadrangulares, calles, planificación urbana... tienen contacto con los romanos. Roma llega a la cuenca de Pamplona en un contexto de guerra sertoriana, de guerra civil. No sabemos si en el de Pompeyo o en el de Sertorio, pero este poblado estaría con uno de los bandos", apuntó Ayestaran. Probablemente por esa guerra "el poblado fue incendiado, en principio pensamos que intencionalmente. Y nos encontramos las cosas exactamente donde estaban. Eso es muy importante para reconstruir todo lo que sucedía en aquellos momentos". Por último, precisamente para que todo siga donde estaba, pidió "que se respete el patrimonio, porque es de todos los navarros. Los restos no tienen valor material, pero para nosotros son información".

El director de la excavación destaca la"complejidad" de los pobladores del asentamiento, avazandos tanto cultural como socialmente.

"Encontrar poblados de diez hectáreas es bastante común en el valle del Ebro, pero no en estas latitudes"