El pasado julio fue un mes cálido y con escasas precipitaciones, lo que ha originado que el agua almacenada en los embalses haya descendido del 83% de junio al 66% actual. Estos y otros datos se reflejan en el comentario meteorológico que todos los meses elabora el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente.

Por lo que respecta a las temperaturas, varias estaciones superaron los valores medios en más de 1ºC, mientras que otras lo rebasaron entre un 0,5 y 1ºC. Sin embargo, la última semana, especialmente los dos últimos días, se produjo una subida de temperaturas que no llegó a ser una ola de calor conforme a la definición de AEMet, pero que hizo que el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra activara la alerta amarilla. (Cabe recordar que esta alerta se activa cuando se superan los 36ºC de máxima durante uno o dos días y los 18º de mínima, salvo en la Ribera, donde se establece como límite los 20º). Durante las jornadas en las que predominó el viento sur se registraron las temperaturas máximas en Javier, con 43º, y en Bera, con 41,3ºC.

En cuanto a las precipitaciones, han resultado escasas y algunas en forma de tormenta, lo que ha originado una distribución irregular de ellas. La estación de Caparroso fue la única que alcanzó los valores medios del mes, y otras cinco superaron el 50% de la media. Los fenómenos tormentosos dejaron lluvias intensas, sobre todo el día 12.

Por último, cabe indicar que las rachas máximas de viento se registraron en Gorramendi (93 km/h el día 30), Arangoiti (88 km/h el día 6 y 27) y Trinidad de Iturgoien (88 km/h el día 17).