- El Ayuntamiento de Etxalar sólo recaudó la cantidad de 27.870 euros, 7.500 menos de los 35.390 previstos inicialmente en la subasta de los puestos de caza de palomas con escopeta situados en el paraje de Yarmendi. El acto pasará a la historia pero por ser uno de las más tristes que se recuerdan y no por el optimista ambiente y el picadillo que se solía vivir entre los cazadores participantes en anteriores temporadas.

Entre los arreglos previos de los asistentes y la incertidumbre por la pandemia que se advierte en la sociedad, de los 21 setos que se sacaban a subasta 7 quedaron desiertos. Y únicamente en un caso se registro una mejora de 93 tantos o puntos (930 euros, ya que cada punto tiene un valor de 10 euros) en el seto número 12, que tenía un precio de salida de 1.710 y subió hasta los 2.640 euros.

La subasta se trasladó, por las restricciones y medidas de protección por el Covid-19, de la sala capitular de Udaletxea, la Casa Consistorial, a la casa de Cultura. Tanto la mesa presidencial con el alcalde Miguel Mari Irigoien, la secretaria Izaskun Gortari y el guarda municipal Joxe Anjel Goienetxe, como los asistentes utilizaron mascarillas y se guardaron las distancias aconsejables, y en menos de una hora se saldó la subasta.

Los puestos adjudicados, menos el número 12 ya citado, lo fueron en los precios establecidos de salida. El 3, el 5 y el 7 en la cantidad de 2.285 euros, el 4 y el 6 en 1.780, el 9 y el 10 en 2.305, el 12, 20 y 21 en 1.710, el 13 en 1.505 y el 14 y el 19, en 950 euros. Los puestos 1, 2 y 15 que tenían un precio de sallida de 950 euros y el 16, 17 y 18 que lo hacían en 740, quedaron desiertos.

Y en lo que resulta extraño, el número 8, el antes denominado parapeto, también se quedó desierto con un precio base de 3.380 euros, cuando antaño era de los más codiciados y siempre se adjudicaba. En el periodo de sexteo, el viernes próximo, podría adjudicarse porque ayer mismo ya tenía algún interesado. El otro con el mismo precio, el número 11, sí se adjudicó pero sin superar el valor de salida. Y quedan desiertos también los números 1, 2 y 15 a 950 euros y el 16, 17 y 18 a 740 euros.

Las adjudicaciones son provisionales a expensas del sexteo, la sexta como se le dice a título popular, y se podrían mejorar (tiene que ser en una sexta parte al menos) y adjudicar los puestos desiertos. Con todo, aparte del parapeto, no se vio alegría ni tampoco muchas ganas tal y como están los ánimos.

Al alcalde, Miguel Mari Irigoien, no le sorprendió el resultado de la subasta "a la vista de otras sobre las que tenía noticia". Y como ya ha comentado en ocasiones anteriores, "por suerte, la recaudación tiene ahora una influencia mínima en el capítulo de ingresos del presupuesto municipal, que se eleva a 1,7 millones de euros". "Las cosas ya no son como en tiempos pasados", opina.

Lo que se mantiene es la afluencia de cazadores guipuzcoanos a quienes gusta practicar la caza de palomas en Etxalar, en particular los vecinos de Irun, y también alguno de Iparralde, de Donibane Lohitzun (San Juan de Luz), en concreto. Los puestos de caza que se subastan se encuentran en el mismo collado donde se instalan las redes que tienen prioridad y desde quince puestos no se puede disparar hasta que termina la labor de aquellas.

Finalmente, aunque la pandemia influye en todos los órdenes, parece que respecto a la caza no habrá restricciones adicionales. La Ley de Caza de Navarra ya establece distancias y otras medidas de prevención y seguridad, según se informó el alcalde de Etxalar días pasados.

"No me coge de sorpresa, tenía noticia de que había ocurrido lo mismo en otro pueblo"

Alcalde de Etxalar