Aurizberri-Espinal, Mari Mar AgósBiblioteca territorio seguro: El Pirineo te cuida #CulturaSegura

Pero lo que lo hace más especial si cabe es que no es la primera vez que se reconoce su esfuerzo e implicación para con la biblioteca. Hace cuatro años ya obtuvo el entonces único premio María Moliner dotado con 12.000 euros por su proyecto Piensa globalmente, actúa localmente. Itinerarios de dinamización cultural del Pirineo, en el que enlazaba las rutas que ofrece el préstamo de libros a domicilio con las actividades que realizaba en la biblioteca. Además, en el año 2017 también recibió el Premio Aclebim de Bibliotecas Móviles, por el mismo servicio de préstamo bibliotecario.

Haciendo balance de 2020, confiesa que ha sido un año “difícil, no ha sido fácil presentar un proyecto con la biblioteca bajo mínimos: el virus, la biblioneta confinada, casi sin actividades y con un aforo de cinco personas”. Sin embargo, esta incansable trabajadora se las ha arreglado para diseñar una programación lo suficientemente atractiva en tiempos de pandemia como para que el jurado del concurso la elija entre las mejores del Estado.

De hecho, la implicación de Mari Mar con la biblioteca y todo lo que le rodea es siempre mayor de lo que uno pueda imaginar. El Pirineo no puede estar más orgulloso de contar con una bibliotecaria tan activa, tan luchadora y tan entusiasta. Basta con señalar que invirtió sus vacaciones para “encerrarse” en la biblioteca y redactar este proyecto que ahora ha sido reconocido.

Mari Mar propuso su proyecto a través de un hilo narrativo en el que la biblioteca se presenta como un “centro sanitario de la lectura que te protege y te sana de la ignorancia, de los virus y de la soledad”. De hecho, sólo es a través de las actividades (la medicina) como se pueden evitar todas las noticias falsas, los bulos y la información sin contrastar. “La biblioteca está haciendo esa labor de dar una información veraz y segura a los usuarios contra la infodemia, infotoxificación y las fake news”, asegura la bibliotecaria.

Aunque Mari Mar lamenta la escasez de actividades, la verdad es que no ha parado de ejercer su gran labor como bibliotecaria e incluso como psicóloga. Durante el confinamiento se ha preocupado mucho por llamar a sus usuarios más habituales para preguntarles qué tal se sentían - entre ellos, las personas mayores de la residencia de Erro-, por dar contraseñas para acceder a plataformas on line, por compartir enlaces a bibliotecas digitales…“Son pequeñas cosas para poner en relevancia el papel de las bibliotecas y de las personas bibliotecarias que no sólo prestamos, sino que somos guardianes de los documentos y de la información contrastada”, asevera Mari Mar.

Además también ha podido organizar una exposición fotográfica sobre territorios despoblados de Navarra, una actividad en el Día de la Mujer o un vídeo publicado on line con fotos de los usuarios pirenaicos con los libros que estaban leyendo. Incluso, ahora que se había estropeado la calefacción, ha podido volver también a ofrecer el servicio de la biblioteca móvil, aunque con cambios en las rutas y con menos visitas. “Podía quedarme en casa porque no se cumplen las condiciones de trabajo, pero yo misma me he ofrecido a salir diariamente con la biblioneta mientras tanto, para llevar algo de normalidad y servicios a mis usuarios y usuarias que al final son las personas que hacen esto posible”, reconoce.

Otra parte del proyecto está enfocada a la cultura segura, de ahí el guiño “El Pirineo te cuida”. Una de las primeras cosas que le imposibilitaron fue el reparto de libros a domicilio por el Pirineo, por lo que tuvo que reinventarse. “Se supone que yo era un foco de contagio. Al final mis usuarios son personas mayores, vulnerables o niños, pero le di la vuelta y sí que estuve pendiente de llamarles por teléfono”, añade. Asimismo, también participó en grupos solidarios y, a través del Centro de Salud de Auritz-Burguete, repartió mascarillas al restablecerse el servicio de biblioneta.

Este premio María Moliner le da a Mari Mar un impulso para continuar trabajando en la misma línea, pero realmente no necesita obtener ningún galardón para seguir mostrando su valía. Y eso que el esfuerzo que conlleva es muy grande. “Está siendo difícil conseguir que no se cierre la biblioteca, que me dejen salir de ruta, atender a la gente desde la calle… Hay mucha gente que no visto desde marzo y están muriendo otros usuarios a los que no les he podido despedir”, concluye.

“La lectura te protege y te sana de la ignorancia, los virus y la soledad”

Bibliotecaria de Espinal