- "Ahora ya no hay ni el pico ese que había de gente a las 6 de la mañana saliendo de las casas y corriendo a coger el taxi. Las multas les han dejado en casa", explica Asín, quien añade que las Navidades se prevén, tristemente, sin muchas novedades: "Estamos a la espera de qué pasa, pero está visto que va a haber ocio cero", lamenta. Porque ahora mismo, sin ocio, el trabajo en fin de semana "es para morirte", mientras que entre semana, "a base de meter muchas horas, estás haciendo la cuarta parte de lo que hacías antes", explica.

Una noche cualquiera entre semana ahora solo se registran 40 llamadas, cuando un día cualquiera de antes había "300 o más".

El toque de queda a las 11 ha motivado que haya algo más de carreras en el rato desde las 22.30 a las 23.00. "Entonces todos quieren que les lleves rápido. La situación es curiosa, ves gente corriendo por las calles...".

Además de la caída del negocio, los taxistas se han adaptado a la realidad covid: "Mamparas para covid lleva un poco más de un tercio de la flota, aunque viendo que eso se está alargando yo creo que esto irá a más". Kiko Asín señala que estos dispositivos, de media, cuestan alrededor de 60 euros, y, a diferencia de una mampara de seguridad (en este momento no la lleva ningún taxi) éstas son desmontables.

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