l Ayuntamiento de Pamplona conmemoró ayer, en un día de San Saturnino atípico, el centenario de la colocación de la primera piedra del II Ensanche en la calle Juan de Labrit. En el acto participaron el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, la teniente de alcalde y concejala de Gobierno Estratégico, Comercio y Turismo; Ana Elizalde, la concejala del PSN y portavoz socialista, Maite Esporrín, el concejal de Geroa Bai, Javier Leoz, y la concejala de EH Bildu, Marian Aldaia. También asistieron el gerente de la Asociación de Comerciantes del Casco Antiguo, Carlos Albillo, la presidenta de la Asociación de Comerciantes del I y II Ensanche, Olga Sarasa, y Joaquín y Blanca Esparza, nietos del arquitecto que diseño el II Ensanche, Serapio Esparza.

En su discurso, Enrique Maya quiso dedicar unas palabras a los nietos de Serapio, Joaquín y Blanca, ambos también arquitectos: “Bien orgullosos podéis estar del abuelo. Fue un maestro a la hora de diseñar el II Ensanche”, aseguró. Maya también señaló que la construcción del Ensanche acarreó una decisión “muy difícil y polémica”, el derribo de las murallas, pero gracias a ello Pamplona “se desarrolló, creció y paso de ser una ciudad pequeña y limitada por sus murallas a otra más grande y moderna”. “Gracias a la labor de Serapio ahora disfrutamos de una obra maestra, es uno de los corazones de Pamplona”, subrayó el alcalde.

Los nietos del arquitecto y diseñador del II Ensanche agradecieron al Ayuntamiento que reconociera la labor de su abuelo. “La verdad que estamos muy contentos. Nos hace mucha ilusión que reconozcan el trabajo de nuestro abuelo”, afirmó Joaquín Esparza. “En su momento no fue una obra visible, pero estos 100 años han demostrado que el planteamiento que hizo Serapio para esta zona de la ciudad era el idóneo porque ha respondido muy bien a todas las incidencias, que han sido muchas”, incidió. La familia Esparza tiene una unión especial con la arquitectura: “Muchos antepasados han sido arquitectos. Ahora somos tres nietos y hay hasta bisnietos”, explicó Blanca Esparza.

centenario Serapio Esparza nació en 1880 y ejerció como arquitecto municipal. En 1916, redactó el proyecto del trazado del II Ensanche. El diseño se basó en el plan de Ildefonso Cerdá para el Ensanche de Barcelona y lo dibujó sobre un espacio de 890.000 m2 repartidos en 96 manzanas. El resultado final fue un tablero de ajedrez atravesado por una vía diagonal, la avenida de la Baja Navarra, que tenia la función de agilizar las comunicaciones.

Para ello, en 195 se empezó a derribar parte del perímetro amurallado de Pamplona. En concreto, desaparecieron los frentes del sur: el del Labrit y el de San Nicolás. Previamente, a partir de 1888, ya había comenzado la expansión urbana de la ciudad con la construcción del I Ensanche.

Para unir la parte nueva de la ciudad con la antigua fue necesario abrir la plaza del Castillo, desplazando el Teatro Gayarre, entonces llamado Principal, para que de ahí partiera la avenida de Carlos III, arteria principal del proyecto. Posteriormente, fueron tomando forma las nuevas calles y edificándose las manzanas de casas. También se cambió de ubicación la Plaza de Toros y años más tarde se derribó el Teatro Gayarre para trasladarlo a su actual ubicación. No fue hasta 1960, cuarenta años después, cuando el II Ensanche terminó de construirse.

El 29 de noviembre de 1920 se colocó la primera piedra con un acto solemne que se celebró después de la procesión y la misa en honor al patrón de la ciudad, San Saturnino. La comitiva estuvo compuesta por la Corporación municipal junto a clarines, timbaleros y la Comparsa de Gigantes y Cabezudos. En la ceremonia también participaron el obispo, José López Mendoza, y el cabildo de la parroquia de San Agustín.

Tras las palabras protocolarias, se procedió a bendecir la piedra y se introdujo un pergamino con el acta de la ceremonia, los periódicos del día, el plano del Ensanche con la firma del arquitecto Serapio Esparza y un puñado de monedas de curso legal.

“Los 100 años han demostrado que el planteamiento de mi abuelo era el idóneo”

Nieto de Serapio Esparza