- Son tiempos de sinergias. De trabajo en común, de compartir experiencias y de superar barreras. De romper techos de cristal que las pamplonesas Marisa Alonso, que ocupa un puesto directivo en Navanor (Irurtzun) y Laura Torres (trabaja en Intor, en Orkoien) conocen bien. El proyecto Mujeres en Camino, subvencionado por el Instituto Navarro de la Igualdad, las ha puesto en contacto para que compartan experiencias y aprendan la una de la otra en un proceso que, además de estrechar lazos y generar nuevas redes, permitirá a ambas compartir experiencias: la de Alonso, que es directiva en una empresa, servirá de referente y resolverá las dudas de Torres, que pasará pronto a desempeñar un puesto similar.

“Trabajo en una empresa familiar y cuando mi padre se jubile tendré que sustituirlo -explica Torres-. Es un proyecto muy positivo porque Marisa me puede contar su experiencia, su día a día, podemos aprender juntas de los problemas que surjan. Hay formación que no es tan teórica, es más vivencial, y este proyecto la brinda. Es, además, de mujeres apoyando a mujeres”, explica. Su compañera asume que es necesario: “Muchas veces las mujeres esperamos que nos den la oportunidad de demostrar nuestra capacidad, pero en realidad lo que debemos hacer es dar un paso al frente y liderar nuestro futuro. Tenemos que levantar la voz”.

Se trata, además, de algo mutuo. “Yo ahora soy mentora aunque también aprendo mucho de ella. Se genera un clima y una energía muy especial porque es algo cercano, y ese trabajo entre las dos es muy importante. El mentoring es una herramienta muy potente, y el hecho de poder desarrollarlo en nuestra Comunidad y mejorar los perfiles directivos de las gestoras que hay, me parece muy enriquecedor y una manera de contribuir a que nuestra Sociedad sea, más diversa, más competitiva y en definitiva mejor”, confiesa.