“Energía renovable si, claro que sí, pero con orden y concierto. Navarra es la comunidad de España que más parques eólicos tiene, es la potencia eólica por excelencia y seguimos poniendo. Sin tener en cuenta dónde. Vamos a mejorar la eficiencia de los que ya están construidos y después a analizar, teniendo en cuenta el paisaje vitivinícola y su entorno, para que sean declaradas zonas no aptas para construir parques eólicos y fotovoltáicos”. Bajo esta premisa, Iñaki Sanz y su hermano Xabi, de Bodegas Zorzal de Corella, y otras bodegas navarras han iniciado la labor de reivindicar el valor económico, medioambiental y paisajístico de las viñas. En el colectivo están Viña Zorzal Wines, Aseginolaza & Leunda, Viña Magaña, LMT Wines, Finca la Cantera de Santa Ana, Bodegas Ochoa, Arriezu Vineyards, Bodegas Caudalia y Bodegas Navarsotillo.

Así acaba de nacer la Asociación Paisajes y Viñedos de Navarra, que tiene a Iñaki Sanz como presidente y que solo buscan que se les escuche y tenga en cuenta, para que la denominada “burbuja energética” de la última década no acabe con su forma de vida que genera tantos puestos de trabajo, revitaliza entornos empobrecidos y recupera pueblos de la España vaciada.

“Se están poniendo parques eólicos o solares más por decisiones políticas que estratégicas. Hay que tener en cuenta los lugares donde se están realizando otras actividades desde hace tiempo. Pasó lo mismo con la construcción, se construían casas y daba igual dónde. Se pasan por el arco de triunfo a todos los que vivimos allí. Es como un mal sueño, nos oponemos a un parque y sale otro, y otro...”, analiza Sanz.

Según los datos que manejan, Navarra ya ha alcanzado el límite de parques eólicos posibles y creen que debe redimensionar el parque de aerogeneradores, de manera que se sustituyan los molinos de potencia inferior a 1 MW por modelos de 4 MW. “También sería necesario sustituir los modelos antiguos por otros más actuales, con medidas anticolisión de aves como el nuevo modelo Vortex”.

La asociación tiene sus representantes en otras comunidades como La Rioja. No en vano, el famoso enólogo y productor Álvaro Palacios fue quien se puso en contacto con ellos para poner en marcha esta iniciativa, ya que él lo ha sufrido con sus cultivos en el monte Yerga, en la muga entre La Rioja y Navarra, cerca de Corella.

También viña Zorzal lo ha sufrido en sus carnes. “Tenemos un vino que se llama Jirafas, porque el enólogo argentino, que vino a ver las vides de nuestro vino blanco más viejo, al ver los molinos de cerca de Corella dijo son como jirafas”. En este sentido, los hermanos Sanz recuerdan que si expropian y ponen un molino o una torre para llevar la energía eléctrica de ese molino en tu terreno, pierde todo el valor, “¿quién lo va a querer si un día vendes?”, se pregunta. “Estamos hipotecando el futuro de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos. Nos estamos cargando la economía local con decisiones arbitrarias”.

Tanto La Rioja como País Vasco y Navarra hace un año mostraron su intención de declarar Patrimonio de la Humanidad el paisaje vitivinícola de las tres comunidades, “¿dices eso y concedes parques en cualquier sitio?”, se pregunta Iñaki Sanz.

A su juicio, la Ribera está sufriendo una importante “saturación del territorio, debido principalmente a la instalación de numerosas centrales eólicas y solares, así como los tendidos eléctricos necesarios, causando graves afecciones al paisaje y medio natural”. Bajo su prisma, son la “principal causa” de la degradación y desaparición del medio ambiente navarro.

Actualmente el Gobierno de Navarra está tramitando 23 nuevos parques eólicos en Navarra, pese a que ésta es una de las comunidades con mayor número de parques eólicos (51), no solo en número de aerogeneradores por habitante, sino en total. En este sentido afirman que ciertos días Navarra genera toda la energía que necesita con fuentes renovables, “incluso unos 100 días al año hay exceso de electricidad que ha de ser exportada. ¿De verdad son necesarios nuevos parques eólicos?”.

Desde este colectivo llaman la atención sobre las afecciones que crean en el hábitat, elemento fundamental para sus campos y viñas. “Ovejas, corzos comen la cubierta vegetal, nos la dejan desbrozada y con sus excrementos nos la abonan. Es una máquina perfecta”. Por ello piden la retirada de todos los aerogeneradores que hayan causado la muerte de especies protegidas y su sustitución por otros más avanzados para reducir su afección.

“Hay que mejorar la eficiencia de los parques ya instalados y después tener en cuenta el paisaje vitivinícola”

Presidente de la Asociación Paisajes y Viñedos de Navarra