Sumergidos en un entorno donde el público despierta sus cinco sentidos (olor, sabor, vista, oído y tacto), la chef catalana Laura Veraguas y el artista navarro Mikel Belascoain han creado un nexo de unión entre lo eterno (la pintura) y lo efímero (gastronomía), mezclando ambas en una única sala. La muestra, que surge por primera vez en el Museo Muñoz Sola de Tudela, en el marco de las Fiestas de las Verduras, permanecerá hasta el 30 de mayo y tiene ya previsión de extenderse al Condestable (Pamplona) y a Barcelona en un futuro no muy lejano.

En la sala se muestran cuatro obras de Belascoain que se mezclan con la verdura de temporada que se ha recogido del huerto del tudelano José María Martínez Castel Ruiz (Cascajo el pequeño). Todo ello aderezado con sonidos de agua corriendo por la acequia, o de la labranza, e imágenes del documental que ha cedido Patxi Úriz regadas con música de folklore que se prevé para enriqueciéndose y mezclando en las diferentes muestras.

A la propuesta se le une también otro guiño para que el público sea participe del entramado incluso sin conocerlo y es la participación de los restaurantes de Tudela del 33 y Trinquete.

Es en esa idea de dualidad, donde emana el diálogo con la propuesta viva de Laura Veraguas y Mikel Belascoain, que tuvo su origen en la coincidencia de una exposición a la que ambos acudieron en Barcelona.

Las cuatro obras del navarro conforman un espacio “imaginario y energético que da cobijo y espacio a una propuesta horizontal que se construye a modo de ofrenda y de acción de gracias a la vida. El necesario complemento entre la eternidad y lo efímero, entre lo que puede sobrevivir al tiempo y lo que se consume, es el diálogo mismo del tiempo. Una reflexión acerca del instante y la eternidad, dos caras de la misma naturaleza. Un espacio mágico y atemporal inspirado en la vida”, explicaron ayer ambos artistas.

La propuesta gastronómica se desarrolla con flores, tallos, brotes, raíces y diferentes elementos primarios de la naturaleza primaveral de la zona donde se propone el proyecto (Tudela) y elementos invernales que provienen de Cataluña componiendo un mosaico de color.

El conjunto de las cuatro obras de Mikel Belascoain, denominadas Estructuras Primarias se presentan como formas coloristas suspendidas en un universo de gran profundidad con un uso del azul ultramar y el negro. “Las obras parten de la idea de que los seres humanos somos universos coloristas, suspendidos en un fondo incierto o a veces desconocido por nuestras propias limitaciones”. También reflexiona acerca de las estructuras celulares y básicas de la vida. Las cuatro obras tienen una naturaleza vitalista.

A nivel formal, las obras se han creado en un elemento delicado como el papel, pero se sustentan en sólidas estructuras de roble, lo que crea “un efecto dual, lo sencillo y lo complejo, lo ligero y lo pesado, muy centrado en subrayar la idea de la dualidad del ser humano”, dijo Belascoain.

Mundo vegetal. Laura Veraguas propone un proyecto gastronómico que nace de la necesidad de renovar nuestra mirada hacia el mundo vegetal y su inteligencia para transformarla en alimento social. Es el punto de encuentro entre los valores que nos fortalecen colectivamente y la gastronomía que los representa

Platos. Como parte de la exposición Laura Veraguas repartió entre el público puerro confitado cocinado a baja temperatura; deshidratado de puerro y flores y tallos de la exposición con queso de la zona.

33 y Trinquete. Entre los restaurantes la propuesta que se les ha hecho ha sido la de cocinar espárragos con una mayonesa de limón con ralladuras de cítricos, así como diferentes flores o polvo de ibiscus, “pero es un proceso abierto que irá cambiando”.

“Es el necesario complemento entre lo que puede sobrevivir al tiempo y lo que se consume”