Se enfrentan a un rival muy poderoso, 56 aerogeneradores de 195 metros de altura. Sin embargo, los vecinos de los valles de Esteribar, Erro, Anué, Ezcabarte, Odieta, Egüés, Juslapeña, Lizoáin y Olaibar van a luchar hasta el final para que la empresa Sacyr Concesiones SLU no instale en sus montes cinco parques eólicos.

Para plantar cara a este “destrozo natural”, y conocedores de que la unión hace la fuerza, se han agrupado en torno a la coordinadora Haize Berriak, que ayer organizó la primera de las cinco marchas montañeras para “denunciar los proyectos” y “poner en valor” los territorios afectados. Nueve valles contra 56 molinos.

Daba igual que estuviera lloviendo sin cesar, a las 10.00 horas de la mañana, medio centenar de personas, paraguas en mano, se dieron cita en la pequeña localidad de Anotz, situada en el valle de Odieta. Entre ellas, Nuria Madotz, vecina de Ilurdotz, una de los pueblos afectados por los cinco parques eólicos, que explicó que el objetivo de estas marchas era “visibilizar y poner en valor la flora y fauna de estos montes que estos megaproyectos se van a cargar”.

En la misma idea incidió Ramón Contreras, vecino del valle de Eguesibar. “Los proyectos son una barbaridad porque van a destrozar nuestros montes. No son solo los aerogeneradores, también los accesos, las subestaciones, el tendido eléctrico que tienen que colocar porque la energía eólica hay que conducirla, no es como el petróleo que lo metes en un barril y lo llevas al polo norte. Es inconcebible e inadmisible”.

Antes de iniciar la ruta, la cordinadora Haize Berriak entregó un testigo a los txikis de Anotz. “Os entregamos estos montes vivos, porque nuestros mayores los defendieron y cuidaron, para que los transmitáis, también vivos, a las nuevas generaciones”.

Tras estas emotivas palabras, los excursionistas se sacaron una foto de grupo con una pancarta con el lema Basoak Bizirik. Soberanía energética y comenzaron a caminar bajo la incesante lluvia. La ruta discurrió por los cordales de los montes Aldaun y Mendurro, ambos afectados por el Parque 1 Navarra de Sacyr, donde se ubicarían doce aerogeneradores.

Estudios locales

La cordinadora Haize Berriak considera la transición hacía energías renovables “muy necesaria”, pero “sin agredir a la naturaleza”. Apuestan por un cambio descentralizado, planificado y con un estudio en los distintos valles que valore “cuáles son las necesidades energéticas y de qué manera se puede acceder a energías renovables sin agredir a la naturaleza”.

Por ejemplo, aprovechar los tejados para instalara placas fotovoltaicas o zonas en las que “el ser humano ha intervenido y ya no se atenta contra la naturaleza. Y ahí sí, poner fuentes de energía renovables y que se aprovechen aquí”, incidieron.

Por último, subrayaron que los cinco parques eólicos no tenían en cuenta las necesidades energéticas de las localidades afectadas, “ni siquiera las de Navarra”, y por eso avanzaron que Sacyr iba a vender gran parte de esa energía fuera de la Comunidad Foral.