- Ayer al mediodía tampoco se bailó la Ezpatadantza por San Tiburtzio en la plaza de Leitza, uno de los grandes momentos de las fiestas de este pueblo. Pero la pandemia sigue presente, y aunque Leitza no presenta una incidencia elevada, de ahí que no se aplique el toque de queda entre la una y la seis de la madrugada en vigor en otras localidades, no se puede bajar la guardia.

Además, visto lo ocurrido a lo largo de este verano en otros pueblos, la Comisión de Fiestas decidió hace un mes de que este año tampoco había fiestas y que del 7 al 15 de agosto no organizaba ni patrocinaba ningún tipo de acto, tal y como informó en su día. Ahora lo vuelve a recordar, apelando a la responsabilidad, tanto personal como colectiva. Por ello, consideran que es importante seguir las recomendaciones sanitarias y evitar las aglomeraciones, invitando a disfrutar de las fiestas de otra manera. Y es que la salud es lo primero.

“Aunque se nota que no son días normales porque se ve algo más de movimiento en las calles, están transcurriendo con normalidad. En general estamos bastante tranquilos”, apunta el alcalde, Mikel Zabaleta. “Estamos contentos porque por ahora no está habiendo problemas con grandes aglomeraciones de gente como en otros lugares”, añade.

Los festejos tenían que haber comenzado el sábado, con el Reparto eune, y continuar el domingo, Umeen eguna, el día de los txikis, el domingo anterior al 11 de agosto, día grande de unas celebraciones que de no ser por el Covid- 19 se tenían que prolongar hasta el domingo. Al igual que en otros pueblos, en Leitza han optado por repartir la programación que se suele concentrar en fiestas a lo largo del verano, con una variada agenda. Así, habrá que esperar otro año a los esperados San Tiburtzioak, a la tercera es la vencida, dicen, y poder volver a llenar la plaza, recién renovada.