sconderse durante aproximadamente seis meses en el interior del reloj de la vieja estación de autobuses de Pamplona, un pequeño habitáculo de apenas un metro cuadrado y un metro de altura, para evitar las represalias franquistas no es digno de un recibimiento público, oficial y con cámaras para Navarra Suma.

El lunes Enrique Maya y los concejales de Navarra Suma no recibieron en el zaguán del Ayuntamiento de Pamplona a la familia de Enrique Cayuela Medina, exdirectivo de Osasuna que tras medio año viviendo en el reloj de Conde Oliveto se exilió a Chile. EH Bildu, PSN y Geroa Bai, tal como demuestra la imagen, ejercieron de anfitriones ante el plantón de Navarra Suma: “Les expresamos públicamente nuestro respeto y apoyo ante su decisión y la del club de dar a conocer la historia de represión en Osasuna”, expresó Eva Aranguren, concejala de EH Bildu.

Tras enseñarles el zaguán, los grupos de la oposición llevaron a los familiares a la sala de recepciones. En ese momento, un miembro de protocolo del Ayuntamiento apareció y comunicó a los familiares que el alcalde Maya les esperaba en su despacho para conversar en privado. “Además de acapararlos a puerta cerrada para impedir que el resto de grupos estuviéramos más tiempo con ellos, el alcalde ni se dignó a aparecer. Ni antes, ni durante ni después. Fue realmente vergonzoso”, se quejó Aranguren.

Tras 45 minutos de conversación, tiempo que la oposición y los medios de comunicación pasaron en la sala de recepciones, los familiares de Cayuela salieron del despacho sin que ningún miembro de Navarra Suma les acompañara y se uniera a lo que faltaba de visita. “Aprisa y corriendo Joseba Asiron les presentó la sala de recepciones, se les invitó a asomarse al balcón desde el que se lanza el Chupinazo y atendieron a los medios. Todo con ausencia del equipo de gobierno y a iniciativa del resto de grupos”, criticó Aranguren.

Para más inri, se ha desvelado que los familiares de Cayuela, a través de Mikel Huarte, autor del libro Rojos: Fútbol, política y represión en Osasuna, se pusieron en contacto con el Ayuntamiento y todos los grupos municipales para pedir una recepción oficial y pública.