o es lo mismo escuchar un concierto en el monte Orhi que en Baluarte. Que la música te brinde el mejor recibimiento en la cumbre, después de haber compartido travesía montañera ,y poder disfrutar después de un gran concierto en el valle abierto al mundo es una experiencia singular.

De esto va Urmuga, una travesía montañera musicalizada que recorre montes y pueblos de Euskal Herria de este a oeste y pone en relación la naturaleza y a las personas a través de la música. El eco de su reciente segunda edición (13 de junio-31 de julio) se deja sentir todavía en Salazar, Roncal, Aezkoa, los valles pirenaicos navarros en los que ha recalado de forma especial este verano, alcanzando sus cumbres y llenando de música de varios estilos lugares emblemáticos que nunca han sido escenarios de eventos culturales como este festival, que engarza naturaleza y música itinerante.

"En un tiempo en el que parece que se va vaciando de gente y contenidos los pueblos y llenando las capitales, nuestra propuesta va en sentido contrario, llevando las personas y la música a lugares casi olvidados como Erremendia (Valle de Salazar) de gran pasado comercial, en parte como una reflexión de lo que fue", explica Miguel Zeberio Etxetxipia, creador de Urmuga, fruto de "una chispa" surgida entre el músico especialista en dirección de coros y el experto y conocido montañero, Felipe Uriarte Cámara.

Su especial sensibilidad de entender la música y el montañismo les ha unido en la iniciativa que reunió a más de seis mil personas en su primera edición (falta por contabilizar esta). El éxito les llevó a repetir en este 2021 en el que sienten que han cumplido con creces su objetivo. "Estar en los valles con la gente es lo más hermoso y crear un caldo de cultivo, con nuevas maneras y propuestas de entender la vida", afirma Zeberio. Durante 19 días, han impregnado la atmósfera pirenaica de cultura con 17 eventos, 8 grandes conciertos, mezcla de estilos y generaciones musicales que atraen cada cual a su público y propician el conocimiento.

El concierto de Erremendia, añade, es un ejemplo en el que compartieron escenario, Chill Mafia, Mikel Urdangarin, Leturiatarrak, Nogen, Orfeón Donostiarra y Gaiteros de Baigorri. "Hemos puesto en escena a más de cuarenta artistas y hemos ofrecido un nuevo vestido de acompañamiento orquestal con más de un centenar de temas adaptados"

La implicación del Orfeón Donostiarra, de su director, José Antonio Sainz Alfaro, o del vicepresidente, Iñigo Vivanco Larrea ha sido fundamental, así como la infraestructura necesaria para dar cabida al festival. Su gran embergadura y la necesaria financiación (cuenta con patrocinio del Gobierno Vasco y otras entidades). Por eso, 2022 será año de descanso. Reconoce el director que en el Pirineo navarro ha sido posible "gracias a un grupo humano, un voluntariado con un ímpetu extraordinario que reanima y permite hace entre todos este evento que insufla de energía positiva los valles". La acogida de ayuntamientos como Ochagavia e Isaba y la extraordinaria ayuda de vecinos como " José Luis "León" Esarte, extraordinario colaborador y amigo. "Un regalo" , sintetiza. Esarte, vecino de Esparza, sintoniza y se entrega a esa filosofía de base de potenciar la cultura en plena naturaleza. "Sacar la cultura de las grandes ciudades y acercarla al mundo rural, en coherencia con el discurso político actual". Comunicar la propuesta Urmuga en Navarra "es difícil", apunta Zeberio. Esperan avanzar en ello para 2023.