Festividad de San Miguel, cientos de fieles se encaminaron el miércoles al santuario de Aralar. Si bien eran menos que antes de la pandemia, se volvió a recuperar en parte la normalidad de este día, con los habituales problemas de tráfico que se producen por la gran afluencia de personas, una imagen muy diferente a la del año pasado. Precisamente, para evitar aglomeraciones, desde el santuario se pidió a los feligreses que se repartieran en la novena y en las seis misas celebradas el mismo día, cuatro por la mañana y dos por la tarde. En todas el templo estuvo lleno. La misa mayor, la de las 12.30 horas, estuvo presidida por el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla.

Y es que es mucha la devoción al árcangel y a puertas de la normalidad, numerosas personas quisieron renovar una costumbre transmitida durante generaciones, una visitas llenas de rituales en algunos casos, como pasarse por el cuerpo las cadenas que según la leyenda portaba Teodosio de Goñi en su penitencia para pedir salud o introducir la cabeza en el pequeño orificio existente en la capilla primitiva. Pero no pudieron besar al santo y se conformado con una inclinación ante su imagen para pedir su protección.

OBRAS EN LAGUNTZETXE

En la silueta del santuario se asomaba la grúa de las obras de rehabilitación de Laguntzetxe como centro de interpretación, sede social de la cofradía, biblioteca histórica y salón de actos. Finalizadas las obras de estructura de este edificio del siglo XII anexo al santuario, continúan en el interior con trabajos de tabiquería, fontanería, electricidad y carpintería. Se prevé que estén finalizadas para diciembre.

El presupuesto de esta primera fase es de 400.000 euros. Para su financiación, el santuario puso en marcha una campaña de mecenazgo, una vez el Gobierno de Navarra declaró el proyecto de interés social y obtuvo la distinción Mecna para optar a incentivos fiscales. Y es que las aportaciones de los particulares de Navarra desgravan un 80% en los primeros 150 euros y un 40% los restantes. Asimismo, las empresas pueden acogerse a una serie de beneficios fiscales. Las aportaciones se puede realizar a través de la cuenta ES11 3008 0045 9840 71845517. “Debe figurar como concepto mecenazgo santuario Aralar y se debe solicitar a la entidad bancaria el justificante de la aportación”, observa el capellán, Mikel Garciandía.

“Con este programa de mecenazgo y limosnas se ha superado el 50%, 230.000 euros. Se han podido pagar los primeros certificados de obra”, destaca. No obstante, señala que es necesario un empujón en las aportaciones de aquí al 31 de diciembre, cuando finalice la campaña. “Nuestro objetivo es pagar todo lo que se pueda este año. También urge dar respuesta a la demanda de unos baños en la entrada del santuario”, observa. Sería la segunda fase de un plan estratégico que ha diseñado el santuario con el horizonte puesto en 2030. Además de baños, también se habilitaría una recepción y una tienda a la entrada del santuario. La tercera fase sería la rehabilitación de la hospedería.