- Finalizó la feria extraordinaria (por postcovid y otoñal) de la ciudad navarra con una novillada de alta nota de Yolanda y Beatriz Azcona. Festejo con carácter mixto por la lidia de cuatro utreros y, en tercer lugar, un eral, todos para lidia ordinaria.

Diego García se aupó como triunfador de los dos festejos taurinos celebrados en el fin de semana de Ferias de Tafalla. El espigado chaval de San Sebastián de los Reyes obtuvo un trofeo de cada uno de los utreros del lote que le correspondió en suerte. Él mismo y sus compañeros tuvieron una excelente oportunidad de redondear y lucir a la divisa navarra y a ellos mismo cortando un buen número más de trofeos. Tanto García, como el galo Clemente Jaume y el pamplonés Nabil estuvieron bien, pero marraron con los aceros de muerte. Una pena.

Lo más destacado de las cinco largas y por momentos artísticas faenas, lo manufacturó García ante el cuarto azcona. De nombre, Barbero, este utrero saltó mermado, agarrado en sus remos traseros, calculando que sería sustituido por un sobrero. Fue un acierto no devolverlo. Barbero, un más que buen mozo de capa colorada oscura, se empleó en los engaños a su salida arrastrando la pata derecha. Cumplió con fijeza en un puyazo sin poder emplearse mucho. Cojeando o acalambrado, Barbero dio una lección de bravura, obviando mermas y yendo a más con tanta clase como fuerza. El novillero madrileño le aplicó una larga y entonada faena. Dos tandas de mitad de faena hacia adelante tuvieron encaje total entre coletudo y burel; eso que se produce cuando ambos contendientes se entregan al arte de torear, que no es otro que la mutua caricia entre los lomos del animal el fajín del hombre. Un broche perfecto hubiera sido un espadazo en lo alto y una vuelta al ruedo para el notabilísimo de Barbero. Mas el chaval pinchó y el novillo, por su mentada merma de salida, no había podido puntuar en varas para alcanzar luego la matrícula de honor.

El otro gran ejemplar fue el 5º, Jarretero, otro guapísimo utrero. Al contrario que su hermano anterior, perdió el sobresaliente por apuntar en el final de faena a las numerosas querencias de esta plaza. Clemente Jaume, no muy toreado, estuvo bien por momentos, mostrando clase de buena escuela. Su falta de mando destapó la encastada fuerza del animal. Ante este, también ante el segundo, no tocó pelo por matar regular.

Nabil sorprendió a bien con sus progresos estéticos y de dominio del toreo de capote y muleteril. Entonada faena al txiki de Azcona. Varios pinchazos le privaron de lo que hubiera sido una merecida oreja.

Ganadería. Cuatro utreros y un eral (3º) de Hermanas Azcona, de Olite. Bien presentados y de buen juego. Boyantes y más justos de fuerza el 1º (aplaudido) y el 2º. De notable alto los utreros lidiados en 4º y 5º lugar, ovacionados en el arrastre.

Diego García. Oreja y oreja.

Clemente Jaume. Saludos y saludos.

Nabil Essaouari, 'El Moro' En el 3º, saludos.

Presidencia. Bien a cargo de Jacinto Goñi, asesorado por Francisco Sagardía y Alberto Asiáin. Incidencias. Media entrada. Festejo matinal (12.00 horas). Mañana soleada y fresca en la sombra. 12º/17º grados.