ener hijos no está de moda en los países que se dicen desarrollados, igual que ocurre en la gran mayoría de municipios del Bidasoa, donde en los últimos años los fallecimientos superan de forma sensible a los nacimientos. La situación, prolongada en el tiempo, origina una caída contínua de la población que afecta a todos los órdenes de la vida, y de paso una evidente pérdida de identidad, preocupante o no.

En tres de los cuatro mayores municipios del Bidasoa, en Baztan, Bera y Lesaka, se registra un negativo crecimiento vegetativo con más fallecidos que nacidos. El más afectado es el Valle de Baztan con un cuarto de siglo de crecimiento negativo, muy acusado el último año, seguido de Lesaka que suma una década de crecimiento negativo y de Bera, que se sostenía pero ha entrado en números negativos los últimos cinco años.

Por el contrario, Doneztebe soporta la tendencia general y registra más nacimientos si bien contabiliza cuatro años negativos en la última década. Lo mismo ocurre en Sunbilla, en Etxalar y algún otro municipio, pero no en Igantzi y Arantza donde la tendencia es negativa con más muertes que nacimientos.

En el Valle de Baztan es donde se detecta la corriente más preocupante, porque lleva 25 años con ejercicios negativos en los que se registraron 879 fallecimientos más que nacimientos que suponen el 10% de la población actual. Precisamente el último año con datos oficiales ha sido el peor de los últimos 25, con 76 fallecidos más (132 en total) que los 56 nacimientos.

En Lesaka también registran un negativo crecimiento natural, si bien menos acusado aunque con 19 de los últimos 25 años con más fallecidos que nacidos. En 2020 se dieron cuatro fallecimientos más y 24 en los últimos cinco años.

También Bera ha entrado en una dinámica negativa en los cuatro últimos ejercicios, con 2019 su peor año cuando se dieron 29 nacimientos y 49 fallecimientos, con 20 años de datos negativos. El último registró 32 nacimientos por 35 fallecimientos.

Doneztebe crece por su privilegiada situación en el centro de la comarca y el traslado desde otros municipios de Malerreka en despoblamiento. En 2020 se dieron 24 nacimientos por 9 fallecimientos, con una diferencia de 15 nacidos más. Sólo en 2018 (3 fallecidos más) y 2016, uno más, tuvo crecimiento negativo.

En todo el Bidasoa hay menos matrimonios que en décadas anteriores. En Baztan y 2020 hubo 14 matrimonios, el número menor en 25 años muy lejos de los 42 de 2010. Se registran la tercera parte que la media de los últimos 25 años.

En Bera se dieron 12 matrimonios en 2020, igual que el año anterior pero la mitad de la media del último cuarto de siglo. Lesaka registró en 2020 un matrimonio, la menor cifra de los últimos 25 años por 20 en 2008. En este sentido, también es Doneztebe el municipio que mejor se comporta, con 7 matrimonios en 2020 que siguen la tendencia de los últimos 20 años.

Y menos hijos, un caso de estudio. Indudablemente, la economía y las nuevas formas de vida influyen poderosamente. Las ayudas institucionales son escasas y mínimas, al contrario que en otros países donde la natalidad siempre (Francia, un ejemplo) se ha tomado muy en serio.

Lo de que los niños "vienen con un pan bajo el brazo" no pasa de ser una frase hecha y una quimera. Del matrimonio, antes trabajaba uno, ahora lo hacen los dos y las dificultades económicas son las mismas, o peores. No faltan quienes afirman que la "liberación" de la mujer se fomentó por los poderes económicos para incrementar el consumo, afirmación desde luego muy bruta pero a saber.

Según el padrón de 2021 sólo el 35.05% de habitantes nacieron en Doneztebe, dos de cada tres llegaron de otros lugares. En Baztan, el 60.96% nacieron en el valle, en 2021 disminuyeron (menos 53) los nacidos en Baztan y desde 1998 cuando eran el 68,34% todavía peor, 497 nacidos baztandarras menos.

El 57.65% de los habitantes nacieron en Lesaka, el 35.90% en otros lugares de España y el 6,45% llegaron de otros países. Por su parte, el 51.85% de los empadronados en 2021 nacieron en Bera, el 35.30% llegaron de diferentes lugares de España y el 12.85% desde otros países. La sociedad es global, se dice que el futuro será mestizo o no será, y se viene cumpliendo. Y el País del Bidasoa no es ajeno a la generalizada tendencia.