- Numerosas prendas entre pantalones, jerséis, zamarras o calzado, así como juguetes, libros, ropa y objetos del hogar y artículos varios cambiaron ayer de manos en la feria Elkartasun organizada por el servicio Anitzartean de la Mancomunidad de Sakana y la plataforma Sakana Harrera Harana. Además de dar una nueva vida a objetos que ya no se utilizan pero que están en un buen estado arrinconados en armarios y trasteros, otro objetivo era facilitar su acceso a personas con problemas económicos. Por ello, la venta de esos objetos era a un precio simbólico, un euro e incluso 50 céntimos en algunos casos.

Lo cierto es que en la feria de ayer, celebrada durante la mañana en la explanada de Iortia, un euro dio para mucho; en algunos casos para llevarse a casa un ordenador o un coche de bebé. "Estamos muy contentos con la respuesta, tanto en la recogida como en la venta. Se ha acercado mucha gente", apuntó Bego Cestau, técnica de interculturalidad de la entidad concertada, quién destacó el trabajo realizado por una treintena de voluntarios y voluntarias.

Esta iniciativa se inserta en el proyecto Sakana (h)itza, según explicó Cestau. Era otra manera de ejercer la solidaridad , lejos del paternalismo, buscando la justicia social y la igualdad de oportunidades. Otro objetivo era recaudar fondos para financiar las actividades que organiza Sakana Harrera Harana, plataforma ciudadana creada en 2017 con el objetivo de que Sakana sea un lugar de acogida para personas refugiadas y migrantes.

La recogida fue del 28 de febrero hasta el 8 de abril en un local cedido por el Ayuntamiento, el antiguo bar de Sociedad Deportiva Alsasua, que casi se quedó pequeño ante la respuesta de la ciudadanía. Los artículos que sobraron se donaron a la asociación Elkarri Laguntza de Pamplona.

Dado el éxito de esta primera edición, desde la organización adelantaban que la recaudación de ferias futuras será para otras asociaciones colectivos que trabajan en este ámbito.

Asimismo, la feria fue un punto de encuentro, un espacio para conocerse, romper con los estereotipos y prejuicios, con un txoko para desactivar rumores. También había otro para reflexionar sobre los derechos humanos universales y su transgresión así como otro sobre las lenguas maternas. Ucrania también estaba presente. "Debemos solidarizarnos con los y las ucranianas, pero también con las personas de otros conflictos, injusticias y vulneraciones de derechos humanos como Palestina, Mali, Congo, Etiopía o Afganistán", observó.

Con fuertes rachas de viento que obligaron más de una vez a correr detrás de algún objeto y retirar algunos elementos, en Elkartasun feria no faltó un espacio para el juego, con el juego de la oca de la diversidad y un taller de chapas además de juegos del mundo y tradicionales.