oy es el segundo día de Pentecostés, en Francia gran festividad, y también en el territorio Xareta que forman Urdax, Zugarramurdi, Sara y Ainhoa. En este último municipio que comparte el barrio de Dantxarinea con Urdax, el festejo se conoce por "la Kapera" (capilla) por el santuario de la virgen de Arantzazu que existe en la cima de Atsulai o Atxulai (389 m.) al que en esta fecha suben en romería los vecinos.

La fiesta se celebra desde siglos en todo Ainhoa y, como es lógico, también en Dantzarinea, en plena muga desde el Tratado de Límites de 1856 (el mugarri 74 está incrustado en el pretil izquierdo a mitad del puente sobre el río Lapitxuri) con lo que urdazubitarras y visitantes compartían el gran jolgorio. El festejo que ni el dictador Franco pudo prohibir tiene lugar "desde siempre", salvo en estos pasados años de pandemia.

La romería goza de gran popularidad en el entorno de Xareta, hasta el punto de que la filmó el reconocido actor y director Orson Welles para el documental de Euskal Herria de la serie Around the world with... (Alrededor del mundo con...) por encargo de la BBC inglesa en 1955. El documental (se puede ver en YouTube), recoge la romería y la multitudinaria fiesta "de la Kapera" en Dantxarinea, en una preciosa y humanitaria jornada de barreras abiertas y paso libre y las gentes llegadas de todas partes aprovechaban para "pasar" al otro lado para abrazar a los suyos exiliados desde la Guerra (in)Civil.

El festejo sobrevivió a la Guerra Civil española e incluso a la Segunda Guerra Mundial y la invasión nazi de Francia, cuando los soldados de la Wermacht (1940-1944) vigilaban las fronteras, también la de Dantzarinea, y al bloqueo de España con el que la Organización de Naciones Unidas castigó entre 1946 y 1948 la dictadura de Franco.

Un detalle que se recuerda de aquellos soldados alemanes, lejos de su país, arrogantes y soberbios al principio y desaliñados y hambrientos cuando les fallaron los suministros cuando los aliados empezaban a expulsar a Hitler de Francia, era verles mendigar algo de comida. Y se comían a mordiscos las naranjas con corteza y todo, una fruta que no conocían y les regalaban los comerciantes apiadados por su desgraciada suerte de vencidos.

El paso del tiempo ha acabado con muchas cosas desde entonces, cuando se decía que en Mikelenborda, una de las bentak (comercios) cada habitación de la casa era una tienda. Han desaparecido los venteros históricos, los Castro, los hermanos Paco y Jesús Vidaurre, Pantaleón Arzoz (Panta), Pantxo Iribarren recordado alcalde, Juan Bautista Diharce, Varela y otros, les siguen hijos y nietos. Y han llegado otros, los primos Peio y Javier Martikorena, hasta que Dantxarinea se ha convertido en un gran complejo comercial en sus hijos e más antiguos han cambiado desde

En tal día como hoy acudían cientos de personas a Dantxarinea y algunos seguían hasta Bayona, a comprar en el magazin Aux dames de France el café (Biek y Monregal), coñac o cigarros puros (Voltigeurs) y medias de seda, perfumes o las vajillas de cristal Duralex que hicieron furor en una época, u otros artículos domésticos que faltaban en la hambrienta postguerra franquista. Otros se citaban en el bar Le Perroquet de Bayona a negociar pasos de contrabando, y muchos venidos de toda España, la única ocasión que tenían para hacerlo, a reunirse con familiares exiliados, nacionalistas vascos, catalanes y republicanos, huídos de la represión de la dictadura de Franco.

La frontera abría todo el día, la gente pasaba al otro lado para abrazar a los suyos, y los jóvenes bailaban en el frontón detrás del Bar Manolo (casa Varela) y a disfrutar. La jornada festiva, finalizaba con la quema del zezensusko (toro de fuego) y se sucedían las alegres carreras de la gente.

La Asociación de Comerciantes presidida por Txomin Iribarren intenta revivir la fiesta que llega, en su formato actual, a su novena edición. Entregarán 1.500 euros al ganador del Gran Sorteo de Primavera, que recorrerá las ventas en descapotable, hay hinchables, música, dantzas vascas, txotx de sidra y pintxo de chorizo gratis, exhibición de herri kirolak de los hermanos Larretxea. Todo por recuperar una jornada de gran tradición. l