Tercer día de celebraciones de San Juan, en Lekunberri pusieron el sábado el foco en la diversidad cultural con una bienvenida del Ayuntamiento a las personas que se han empadronado en esta localidad estos dos últimos años. “Sois muchas las personas que en los últimos años habéis venido a vivir a Lekunberri y os habéis integrado en nuestra comunidad. Es un placer ver como nuestro pequeño pueblo crece cada día en cantidad y calidad”, señaló Mikel Irujo, concejal de Bienestar Social. Al respecto, recordó que en un contexto de despoblación rural, esta localidad experimenta un constante crecimiento desde que se constituyó como Ayuntamiento a mediados de los años 90. Entonces contaba en torno a 800 habitantes y en la actualidad son más del doble. 

“Este crecimiento no es algo casual, sino causal. Y es que existen unas causas claras para que Lekunberri, sea, como dice su nombre, un lugar nuevo y bueno para vivir”, observó. Así, destacó su ubicación estratégica, a medio camino entre Pamplona y San Sebastián, la baja tasa de desempleo “gracias en gran parte al desarrollo del polígono industrial, de los servicios y el turismo. Y todo ello en un entorno natural”. 

Si bien estaban convocadas 180 personas, acudieron a la recepción 17 nuevos vecinos y vecinas. “Poco a poco. Las cosas cuestan al principio”, observó el edil de Lekunberriko Taldea, quién junto al concejal Mikel Betelu, de EH Bildu, les entregaron pañuelos festivos así como un plano de Lekunberri con información de interés. 

Nuevos vecinos y vecinas de procedencia diversa

Desde Venezuela llegó hace dos años María Julia Lara. “Tengo un hermano que lleva más de 15 años en Lekunberri. Mi madre y mi hermana vinieron hace 4”, recordaba. “En mi país los servicios públicos son muy limitados y la sanidad es muy costosa. Mi madre tiene Alzheimer y en Venezuela no se daban las condiciones para darle la atención que requería”, observó. Lo cierto es que se mostraba encantada en su nueva residencia y ponía en valor la iniciativa del Ayuntamiento. “La idea me parece excelente, genera sentimiento de pertenencia”, apuntó.

Maria Julia Lara con el edil Mikel Irujo tras recibir su pañuelo festivo. N.M.

Muy distinto era el caso de Koldo Carbonero y Leonor Gabarain, que llegaron desde San Sebastián hace año y medio, a raíz de la pandemia. “Buscábamos una casa con jardín y conocíamos Lekunberri, sobre todo porque que veníamos a comer a Ezpeleta”, apuntaron. Médico y empresaria de profesión, van y vuelven todos los días. “El acceso a la carretera es fácil. San Sebastián está imposible con muchas obras. No nos arrepentimos de la decisión que tomamos”, observaron. Asimismo, reconocían que la edad también influye, 65 y 56 años respectivamente. Con los hijos independizados, ahora tienen otros gustos y hasta se están aficionando a la huerta. Dania Ortega procedía de Nicaragua. “La situación en mi país se puso difícil y decidí irme”. Además, se ha casado con un lekunberriarra. 

Sabores del mundo en la carpa

Diferentes culturas que conviven en Lekunberri se encontraron bajo la carpa de la plaza, con sabores de Cuba, República Dominicana, Argentina, Nicaragua, Ucrania y Lekunberri. Andrea Suárez, argentina que lleva más de una década viviendo en esta localidad, elaboró empanadillas de carne y chorizo criollo, con la ayuda de otra compatriota, Cristina Ruiz y una amiga, Itsaso Sánchez. “Hace 11 años me casé con un arrantzale de Orio y buscando un lugar intermedio, decidimos venir a Lekunberri. Estoy encantada. Desde el primer momento fue muy bien recibida”, aseguró. En otro extremo de la carpa, Aída Luz Santos Azpiroz, de República Dominicana preparó piña colada. Llegué a Navarra hace 30 años, a Burlada, y vivo en Lekunberri desde hace 20 años y muy contenta”, contaba. A su lado estaba Efraín García, cubano que preparó deliciosos mojitos. Llegó a Pamplona hace 22 años, dónde conoció a su mujer Mª José Michaus, de Lekunberri. Hace 13 años decidieron volver al pueblo. De la música se encargó Son CT, un grupo con músicos de Ecuador, Bolivia y Cuba. Del primer país es Manuel Chavez, lekunberriarra desde hace una década. 

Itsaso Sánchez, Andrea Suárez y Cristina Ruiz, de Argentina, prepararon empanadillas y chorizo criollo. N.M.

Las fiestas de San Juan finalizan el domingo con una feria de artesanía por la mañana y salida de los gigantes de Lekunberri, si la meteorología lo permite. Por la tarde, a las 17.00 horas, festival de remonte, y a las 19.00 horas, se podrá disfrutar en la carpa de la obra Por hacer un favor, de Trapu Zaharra.