El Servicio de Promoción de la Autonomía y Prevención de la Dependencia del Ayuntamiento de Burlada, antes llamado Jubiloteka, celebró esta semana una Jornada de actividad colaborativa con el grupo Kronos de Itaca Sepap Ocupacional de la Asociación de Síndrome de Down de Navarra. La actividad se realizó en el Centro Municipal de Mayores de Burlada.

Olga Arcelus, técnica del centro, explicó que “el objetivo es llevar a cabo una actividad colaborativa en un entorno inclusivo”. Para ello se realiza “una actividad de memoria y entrenamiento cognitivo, de habilidades sociales y de comunicación entre las personas pertenecientes a ambos grupos”. De este modo se quiso “ver cómo diferentes colectivos pueden interactuar perfectamente e incluir en la sociedad todas las capacidades diferentes con las que esta cuenta”.

Mayores anfitriones

Añadió que el centro realiza actividades de este tipo “una vez al mes”. Casualmente, en junio les iban a coincidir dos: la de ese día, con la Asociación de Síndrome de Down; y otra que tendrá lugar el viernes 27. Esta última será “una jornada intergeneracional con el Colegio Amor de Dios de Burlada”. Otro encuentro con este colegio, con el que el Centro de Mayores de Burlada está “en constante contacto”, se realizó con anterioridad “en el mes de abril”.

Actividades

Se empezó por una presentación del grupo Kronos . Todas las personas participantes se colocaron en un círculo y se fueron pasando una pelota. Al enviarla a otro companero, este decía su nombre, con el objetivo de que todas las personas participantes se conocieran.

Sara Esparza y Oskia Aranguren , monitoras de la Asociación de síndrome de Down, explicaron las actividades que realiza el grupo Kronos de Envejecimiento Activo para ayudar a las personas mayores. Entre ellas están “los encuentros cada quince días con los usuarios de la residencia de mayores Amavir Mutilva, con quienes se trabaja la memoria y se habla para que estén a gusto”. También cuentan con “un club de lectura en el Civivox de La Milagrosa”, “actividades deportivas”, “visitas a diferentes sitios de Pamplona”, “cuentacuentos”, “mindfulness”, “venta de ropa para ayudar con el dinero recaudado a mujeres recaudadas” y “cultivo de los huertos que rodean Pamplona”.

Más tarde fue el turno de presentarse para los usuarios del Centro de Mayores de Burlada, cada uno de los cuales habló brevemente sobre sí mismo. Por ejemplo Tomasa, a la que le gusta “coser y trabajar”; Manoli, interesada en “ayudar a los demás”; Victoriano, quien dijo que era “pintor”; Agustina, que dijo ser “bromista”; Jesús, peraltés que toca “el tambor”.

A esto le siguió una dinámica de mímica, en la que las personas participantes se dividieron en cinco grupos de seis personas. A una de las personas de cada grupo se le enseñaba una imagen y mediante la mímica describió al grupo la imagen que había visto para que la acertasen.

Después se llevó a cabo una actividad de inventar una historia e interpretarla: cada grupo escogió un objeto y a partir de ahí tuvieron que crear una historia. Después contaron e interpretaron la historia creada, disponiendo de materiales para disfrazarse utilizando música para ambientarse.

Por último, realizaron un ejercicio de coordinación y atención. Las personas participantes se colocaron en un círculo y cada una pasó una pelota a la persona que tuviera al lado derecho mientras sonaba la música. Cuando esta paraba se cambiaba la dirección y se seguía mientras la música sonaba, acompasando la velocidad y el ritmo a la misma.

Encuentros futuros

Olga Arcelus aseguró que los trabajadores del centro querían “seguir realizando estas actividades generacionales”, ya que las encuentran “muy positivas tanto para los mayores del centro como para los alumnos y alumnas, para que estos últimos conozcan las capacidades de sus mayores y todo lo que les pueden aportar”.